Llegas tú #3 Saga Amor Destinado.

Capitulo 17: Mamá

Las palabras de papá se repiten en mi cabeza una y otra vez " Cariño, tu madre está muy grave. Ven al hospital" durante todo el trayecto, entre las lagrimas y la lluvia, no consigo ver nada. Tengo tanto miedo de perder a mamá, solo deseo que el deportivo de Alex llegue al hospital para poder correr abrazar a mamá.

Como si de una maratón se tártara, corro por el pasillo del hospital hasta llegar a la puerta que me han indicado hace escasos minutos en recepción, Alex detrás mío, trata de calmar mis ansias y no molestar al resto de asistentes y personal del hospital.

Dónde se ha metido Alex, hasta hace escasos segundos estaba persiguiéndome. Menudo idiota.

Papá se levanta del asiento para unirse a mi en un abrazo sentido, puedo sentir como se quiebra y trata de hacerse el fuerte.

- Papá. ¿Cómo está?- Pregunto con la voz entre cortada.

- Los doctores no dan buen pronostico. El cáncer de tu madre está en fase metastásica.

- No. Papa. No.-Niego a medida que mis ojos se llenan de lagrimas.- Mamá es fuerte. Me niego a que nos deje.- Papá me rodea con sus brazos y yo empiezo a dar golpes sobre su pecho.-Ella se pondrá bien, aún es muy joven y tiene que vivir muchas cosas. Tiene que ver a sus nietos crecer y seguir dándome la puñeta  a Emma y a mi con su manía de ser una especie de Kriss Jenner.

- Ya cariño, ya. Vamos llora.- Papá me rodea con sus brazos.

En ese momento me derrumbo sobre el pecho de mi padre, dejo escapar en forma de lagrimas todo el dolor, miedo y angustia que siento. Temo tanto perderla. 

- ¿Puedo verla?- Pregunto mientras enjuago mis lagrimas. 

- Claro cariño. Estará feliz de verte. Tus hermanos están adentro con ella. Pídeles que salgan, no quieren muchas personas en la habitación.- Asiento ante su petición.

Limpio mis manos con gel hidro alcohólico y me pongo una mascarilla quirúrgica antes de entrar en la habitación. Mamá está tan delicada que cualquier virus puede ser perjudicial para su salud. 

Pido a Lucas y León que me dejen solos con mamá, estos solo acceden cuando esta se los pide. Acaricio sus rostros, se les ve abatidos. Ellos siempre han actuado como si no pasara nada y sé que esto les está suponiendo un golpe de realidad.

- Mami. ¿Cómo estás?

- Acércate cielo.- Me pide mamá con la voz débil.

Camino los escasos dos metros hacia su cama y me siento en la orilla, tratando de molestarla lo menos posible. Ella me tiende su mano para que la sujete.

- Estás fría.- Digo fregando mis manos con las suyas para dale algo de calor.

- Gracias cielo.- me dedica una sonrisa.- ¿Cómo estás?

- Eso debería preguntarlo yo.

- Sofía, esto se acaba, me queda poco para partir de viaje.

-¡No, mamá, no digas eso!- Niego tratando de controlar mis nervios.

- Cariño. No dejaré de luchar hasta el último día pero quiero que tu también luches.- Frunzo el ceño.-Lucha por ser feliz, por alcanzar tus sueños. Yo no podré ver como te conviertes en una periodista de renombre, ahora no dudes que esté donde esté estaré allí contigo y orgullosa de tus logros. No temas a vivir, no le temas al amor. Ambas sabemos lo que pasó con ese miserable y lo mucho que te hizo sufrir. Mi amor, no te cierres a enamorarte, a ser feliz. Deja de esconderte en esa chica que vive la vida como si nada te importara. Quiero que seas feliz y vivas la vida, te caigas y levantes.