Tengo que mantener la calma y los peques no noten la congoja que cargo como una losa en estos momentos.
En estos momentos, solo estamos entrando a la oficina donde trabaja papá para visitarle. Gabriel no puede sospechar que estoy aquí para enseñar la nota amenazadora que había hace unos minutos en mi coche.
Salimos del ascensor, empujando el cochecito y Gabriel agarrado a él, voy directa hacia la que era mi antigua zona de trabajo. Me gustaría ponerme nostálgica, este lugar me trae muchos recuerdos, pero este no es el momento.
Pido a Fátima que cuide de los niños, Alexandra esa dormida y tardará aún más de una hora en despertar. A medida que me alejo puedo escuchar como Fátima le propone a Gabriel ver videos en internet.
Toma el pomo de la puerta para adentrarme en el interior de la oficina. Alex está con los codos sobre la mesa, con las mangas de la camisa gris arremangada por debajo del codo, sus dedos juegan con un bolígrafo.
- Hola Sofía!- Cómo? Si ni ha levantado la mirada de la mesa.
- Cómo has sabido que era yo?
- Por que eres la única que entra a mi oficina sin llamar a la puerta. - Touché.- Los nenes?
- Están con Fátima. Tengo algo que mostrarte.- Abro la cincha de la mochila para sacar del interior el sobre y dejarlo sobre la mesa lacada en negro.
Alex abre el sobre, en la habitación solo se escucha el ruido del papel al ser desdoblado, entre nuestras respiraciones aceleradas. Mi mirada está fija en el iris celeste que lee atentamente el contenido.
- Te dije que sería capaz de todo o no?
-No le tengo miedo a ese mierda.- Su voz suena desafiante.
- Alex, no se trata de no tenerle miedo si no respeto y pararle los pies. Tenemos que ir a la policía a denunciar. Cariño, tú vida corre peligro- Mi voz empieza a quebrarse.
- Sofía. Sabes que odio verte llorar.
Se levanta de la silla de piel negra para rodear sus brazos al rededor de mi cuerpo y atraer me a su pecho.
Puedo sentir el latido de su corazón resonar sobre mi oreja, mientras mis ojos se empañan por las lágrimas que derramo.
- Si te pasa algo, no me lo voy a perdonar.
- Amor. No va a pasarme nada. Dijimos que luchariamos juntos y eso haremos. Vamos a usar todos los recursos y contactos que tenemos.
Un poco más calmada, abandonamos las oficinas de Turandot para ir directo a casa de mi padre para que se quede con Gabriel mientras nosotros vamos a las autoridades.
Enrique Castillo, es el abuelo más baboso y mimoso del mundo. Se desvive por sus nietos. Alexandra, Bruno, Gabriel y Luna han sido uno de los grandes motivos por los que salió de la depresión en la que estaba tras la muerte de mamá.
Los rizos de mi hijo mayor se mueven cuando corre a toda prisa a los brazos de su abuelo.
- Gabriel, con cuidado. No te lances tan fuerte al abuelo.- Le advierte Alex que está sacando a Alexandra con la sillita porta bebés.
- Tranquilo, aún estoy fuerte.
- Lucas me dijo que has tenido que llamar al masajista un par de veces en el último mes.
- No es nada. Solo una pequeña contractura. Estoy bi... Ay, Aaaaaay!- papá protesta por el dolor.
- Abuelo, estás bien?
- Si- Será mentiroso.- Vamos dentro, pediré que preparen algo.
- Tenemos que irnos. Venimos a pedirte si puedes quedarte con Gabriel.
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Llegas tú #3 Saga Amor Destinado.
RomanceÉl es serio. Ella es rebelde. Él es frío como el hielo. Ella es puro fuego. Él es oscuridad. Ella es luz. Él es amargado. Ella es alegre. Él planea. Ella improvisa Él ama el negro. Ella ama el color. Él ama la música clásica. Ella ama el rock. Ale...