Llegas tú #3 Saga Amor Destinado.

Capitulo 25: Solo nosotros

Vamos Sofia, llamas a la puerta, dejas los documentos que debe firmar y se lo sueltas. Termino de escribir lo que estoy haciendo en el ordenador, lo guardo y tomo la carpeta azul con los documentos para firmar. Le informo a Fátima, quien está atendiendo una llama, simplemente me contesta con una señal.  Camino los escasos metros que hay hasta el despacho de Alex, ahora que lo pienso, solo las oficinas de altos cargos tiene paredes, el resto de oficinas o son espacios abiertos o paredes de cristal, a excepción de mi hermana. Pese a dirigir el equipo creativo de La boheme, ya en su momento decidió quedarse la misma oficina que tenía cuando entro. 

 Una vez tengo el permiso de Alex para entrar, abro la puerta, mis bota derecha es la primera en asomarse hacia el interior de la oficina para seguir con el resto de mi cuerpo. En estos momentos agradezco llevar estas medias de topos amarillos, afuera hace frio y este señor aquí tiene el aire puesto. Luego cuando dormimos juntos me pregunta porque lo abrazo tan fuerte, no sé , será porque me da calorcito. 

- Te traigo esto para que lo firmes.- Le dejo la carpeta azul sobre la mesa.

- Gracias. No tienes calor con esas medias?- ¿Calor? ¡Si estoy helada!

- Hace frío. ¿Camisa nueva verdad?

- Si. Veo que te has dado cuenta- Si lo he dicho por decir. Si siempre viste de negro, como me voy a dar cuenta.- ¿Qué tal te fue anoche con tus amigos?

- Alex. Prométeme que yo no quería decir nada pero es que Marta y Laurent tienen un gran poder de manipulación.

- ¿Qué has hecho?- Frunce el ceño.

- Te juro que yo no quería decir nada, insistieron e insistieron y aguanté como una campeona, pero es que al final me pusieron tan nerviosa que ni me di cuenta cuando lo dije hasta que lo dije. Te prometo que por mucho que sean mis mejores amigos, no quería decir nada. 

- Sofia, me estás poniendo nervioso. ¿Quieres ir al grano?

- Laurent y Marta saben lo nuestro.- Madre mía que alivio, por favor. Y aquí el señor demonio sexy se ha quedado igual, apático, frío como siempre. No sé que se enfade o una sonrisa, algo.- No vas a decir nada.

- ¿Qué debo decir? Son tus amigos y tu eres quien decides si les cuentas lo que hay entre nosotros.- Jamás pensé recibir esta respuesta de su parte.

- No sé, pensé que te enfadarías. La ultima vez que tuve una relación sería fue con el innombrable y cuando se enteró se puso como loco.

- Brujita linda.- Se levanta de su asiento, camina hasta mi y me rodea por la cintura. Cada vez que me toca siento escalofríos, el bello de mi cuerpo se eriza y siento algo extraño en el estomago.- No me puedo enfadar contigo por decirles a tus amigos de lo nuestro. Del mismo modo que si se lo cuentas a tu familia, aunque te pediría que me lo consultes antes. Más que nada para estar informado.

- ¿Le quieres contar a tu familia?- Niega.- Menos mal, porque aunque haya sido débil con Laurent y Marta, con mi familia pienso ser fuerte y no decir nada. Lo prometo.- o eso creo.- Tú no sabes como se pondría mi familia si se entera que.- Me pongo pensativa. Ya se que quedamos en no poner etiquetas, pero como le debo hablar a la gente.

- ¿Todo bien? Te has quedado pensativa.- Acaricia algunos mechones de mi pelo.

- Ya se que dijimos de no ponernos etiquetas, pero como te debo presentar o referirme a ti o a nosotros?

- Como nosotros, no le debemos explicaciones a nadie de lo nuestro, ni de las etiquetas que existan entre ambos. Solo seamos tu y yo, solo nosotros, Alex y Sofia- Poned los dos rombos o el contenido no apto para menores, porque pienso darle tal beso que vas ser categorizado como contenido para adultos y bueno, no niego que pueda terminar en contenido para adultos, este hombre es adictivo.