Capítulo 29 "La Princesa Alessandra"

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"Mi bello ángel llamada Alessandra, hoy he decidido dejarlo todo por ti, he renunciado a mi singular paraíso para poder estar contigo, mi dulce princesa hoy entraré en tu vida con la esperanza de no salir jamás de ella, hoy te abriré mi corazón para que entres en él, hoy nuestra historia empezará, bienvenida a mi vida Alessandra".

- ¿Puedo servirte algo? -Preguntó la hermosa joven acercándose a él-.

-Un café gracias.

- ¿Solo un café?

-Sí.

-Sale un café para la mesa seis -Dijo Alessandra llamando la atención del cocinero- ¿Eres nuevo aquí? Nunca antes te había visto -Observó curiosa al chico de ojos turquesa que tenía al frente-.

-Sí -Mintió- yo acabo de mudarme.

-Me lo imaginé.

-El café está listo -Interrumpió el cocinero-.

-Gracias Chazz, ten -Le entregó el café- que lo disfrutes.

-Gracias -Le sonrió, era bella, muy bella y tenía una mirada que hablaba por sí sola, definitivamente esa mujer sería su perdición-.

♠♠EN EL INTERNADO♠♠

Se sentó en la cama y decidió que era mejor no ir, en ese momento estaba muy confundida y no sabía qué hacer o cómo reaccionar. Escuchó unos nudillos, golpear su puerta y supo que era Alessandro, no fue necesario que abriera la puerta, él la abrió con su llave.

-No viniste a mi habitación, estaba esperándote.

-Sí, yo... estaba a punto de ir, solo quise cambiarme de ropa primero.

-Pequeña -Se acercó a ella y la tomó de la cintura- la ropa no es requerida para lo que tengo en mente, no la necesitarás en mi cama -Lo miró buscando esa mirada dulce y amorosa que había visto en el joven de sus sueños, pero no la vio, los ojos de Alessandro solo desbordaban deseo, salieron a escondidas de la habitación y se encerraron en su cuarto, ella ya sabía a qué iba, la elevó del suelo y besó con desesperación sus labios, quería que supiera lo mucho que la deseaba y necesitaba, se abrazó a su cuello olvidándose de todo y se dejó llevar por sus besos y sus caricias, por esa forma tan exquisita en la que le hacía el amor, en la que la hacía suya, y en la que tocaba más allá de su cuerpo-.

- ¿Pasa algo pequeña? No has dicho nada en toda la noche

-Lo siento -Se abrazó al desnudo cuerpo de su amado- es que estoy algo cansada, eso es todo.

-Pequeña -La tomó del rostro y besó su frente- ¿Te han dejado mucha tarea?

-Sí.

-Me encargaré de eso mañana, lo prometo -Buscó cubrir la desnudez de su hermoso cuerpo con sus besos y la llenó de mimos mientras ella aún recuperaba el aliento por el orgasmo tan brutal que había tenido, Alessandro era dulce y muy tierno, aunque solo parecía tener esas cualidades cuando hacían el amor, la cargó en sus brazos llevándola a la ducha para darse un baño juntos y se untó las manos con jabón para enjabonarla, sabía que algo andaba mal, le secó el pelo con delicadeza y la arropó a su lado para que se durmiera-.

-Alessandro ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro

- ¿Qué es lo que sientes por mí?

- Disculpa ¿Qué?

-Eso, ¿Qué si sientes algo por mí? O sí...

- ¿O sí que?

-O si lo nuestro va a ser siempre así.

- ¿A qué te refieres exactamente? -La cuestionó-

-Alessandro, te amo y me gusta estar contigo, pero necesito saber si me amas o si solo me ves como alguien con quien pasar el rato.

- ¿A qué viene todo esto?

-Sé que tienes razón en que debemos ser discretos, pero necesito más Alessandro, quiero una relación, tener alguien con quien hablar, alguien en quien confiar, necesito más de ti, siento que solo me buscas para tener sexo.

- ¿Si eso es lo que piensas? ¿Qué haces conmigo?

-Ya te lo dije, estoy contigo porque te amo, pero necesito lo mismo de ti, además...-Volcó su mirada hasta sus brazos y notó dos cicatrices en sus muñecas, esto tenía que ser una pesadilla, ¿Qué diablos estaba pasando? ¿Qué era todo eso? Se levantó de la cama y se vistió sin decir palabra alguna, necesitaba salir de ahí-.

- ¿Dónde vas? -La tomó del brazo y la acercó a él-.

-Quiero dormir sola hoy.

-No dejaré que salgas de aquí pequeña -La abrazó- no quiero que pienses eso de mí, sé que puedo ser frío a veces, pero te quiero -Mintió- perdóname si no te lo demuestro cómo quisieras, pero así soy yo, si quieres que cambie lo haré, pero no te vayas, no me dejes solo -Sintió un nudo en su garganta, no entendía nada, primero el cuarto, sus sueños que la confundían, las marcas en los brazos de Alessandro, todo era tan confuso y ella necesitaba descubrir toda la verdad, la rodeó con sus brazos y le acarició el cabello tratando de tener una tregua- ¿Qué dices princesa? ¿Te quedas conmigo? -La tomó del rostro esperando una respuesta-.

-Si, me quedó contigo -Respondió aceptando sus besos, rozó sus brazos con la intención de topar sus marcas, pero no las encontró, habían desaparecido-.

-Aless -La besó- mi princesa -La volvió a llevar a la cama y la mimo hasta que ella se quedó dormida, tenía que ser más cauteloso con ella o jamás podría terminar con su venganza-.

La observó dormir tranquila en su pecho y mil recuerdos volvieron a su mente al igual que su dolor, había pasado mucho tiempo ya, pero el sentimiento seguía intacto, amor y odio a partes iguales, a veces su amor podía más, pero a veces su odio intentaba a salir a flote y él hacía un esfuerzo sobre humano por controlarlo, tenía el mismo rostro, pero era muy diferente, ella era dulce y tan tierna, su sonrisa era capaz de iluminar el más oscuro de sus días y cada vez que la escuchaba decir "Te Amo", su corazón volvía a tener esa calidez que hace mucho tiempo había perdido y que parecía volver a tener.

ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora