"Mi tierna Alessandra, es increíble lo rápido que puedes pasar del amor al odio, antes mi dolor me carcomía vivo y me quitaba la respiración, ahora ese mismo dolor es el que me da la fuerza para continuar con lo que tengo preparado para ti, mi princesa de la frialdad, voy a darte donde más te duele".
Sintió su cuerpo estremecerse solo de recordar lo que había visto aquella noche, pero lo que más le ponía nerviosa era que sus "sueños", no fueran sueños, ¿y si todo había sido real?, ¿a qué secta se refería él?, decidió entrar al internado y volver a aquel cuarto para despejar sus dudas.
— ¿Busca algo señorita Alessandra? —Escuchó decir, a sus espaldas el gran Alessandro la tomaba por sorpresa, haciéndola asustar—.
—Lo siento, no... no te vi.
— ¿Todo bien? ¿Buscabas algo?
—Si, yo... yo te buscaba a ti —Mintió—.
— ¿A mí?
—Sí.
—Bueno, aquí estoy ¿Para qué me buscabas? —No sabía que responderle, su mente estaba en blanco y lo único que se le ocurrió fue rodearle el cuello con los brazos y besarlo—.
—Pequeña, ya te he dicho que debemos ser más cuidadosos, alguien podría vernos.
—Lo siento, es que te extrañaba mucho.
—Aless —La tomó del rostro susurrando sobre sus labios, le encantaba escucharle decir que lo extrañaba, lo prendía y podía con él, la tomó de la mano y la llevó hasta la oficina encerrándose con ella y volviéndola a besar—
—Alessandro, no creo que sea buena idea, alguien podría entrar.
—Nadie entrará —Aseguró sentándola a horcajadas sobre él y besando su cuello—.
— ¿Estás seguro? —Preguntó casi en un susurro al sentir que sus dedos la rozaban—.
—Estoy muy seguro —La miró, haciendo a un lado la fina tela que cubría su intimidad— estás tan suave pequeña —Dijo hundiendo dos dedos en su interior—.
—Alessandro —Cerró los ojos gustosa al sentir sus caricias y se abrazó a él, bastaba con que la tocara para que ella perdiera el rumbo de las cosas y se olvidará de todo, la tomó de la cintura y la alzó un poco hasta que su glande encontró la fina línea de su portal y se sumergió en ella una y otra vez profundamente— ah, ah, no pares por favor —Gimoteó, se levantó de su silla con ella anudada a su cuerpo y botó las cosas que estaban sobre su escritorio para recostarla ahí, el orgasmo no tardó en llegarle, el morbo de la escena la había excitado, verse ahí sobre el escritorio del director con él apoderándose de su cuerpo y manejándolo a su antojo, el segundo orgasmo la arrasó por completo, pero no hizo que él dejara de hundirse en su cuerpo—.
—Eso es pequeña, eso es —La animó volviendo a penetrarla y llevándola otra vez al más dulce placer del frenesí que les llegó a ambos, le besó los labios y le arregló el uniforme, antes de que saliera—.
—Aless ¿Dónde estabas? Llevo buscándote desde hace rato.
—Yo fui a la cocina —Volvió a mentir—.
— ¿Tienes mi cadena?
—Sí —Se la entregó—.
—Gracias.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—Si claro.
— ¿Esa cadena? ¿Quién te la dio?
—Me la regaló Zigor ¿Por?
—No por nada, es que es muy bonita y pensé que la habías comprado.
—No, me la dio mi chico, ahora vamos, tengo mucha hambre y no quiero llegar tarde al almuerzo —Fueron hasta el comedor para almorzar, aunque no vio a Alessandro por ningún lado— el cara de mala leche salió, deja de buscarlo.
— ¿En serio?
—Si, se fue con mi amorcito ¿Por?
— ¿Recuerdas el cuarto del que me hablaste cuando llegue?
— ¿El cuarto prohibido?
—Si, ¿qué con eso?
— ¿No te gustaría saber que hay ahí?
— ¿Estás sugiriéndome que vayamos a espiarlo?
—No, yo...
—Es una grandiosa idea, debemos hacerlo —Salieron del comedor aprovechando que los demás seguían almorzando— creo que está con llave.
— ¿Crees poder abrirla?
—Por supuesto —Tomó un clip y forzó la cerradura hasta que la puerta se abrió, miró el lugar reconociéndolo, no había sido un sueño, ella de verdad había estado ahí antes, camino hasta la parte falsa de la chimenea topándose con la entrada que llevaba al subterráneo—.
—Karina, quédate en la puerta y avísame si alguien viene.
—Va, pero apúrate —Bajó las gradas solo para constatar que tenía razón, ese lugar existía y todo lo que había pasado esa noche era real, sintió que le faltaba el aire al recordar todas las cosas que había creído soñar con Alessandro, no eran sueños él había estado acosándola desde un principio—.
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ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"
Roman d'amour🔥 ALESSANDRO 🔥 Alessandro es lujuria, es pecado, es aquello que solo puedes desear en lo más profundo de tus fantasías, es un sueño hecho realidad que puede convertirse en pesadilla. Capaz de conducirte al más amargo de los dolores, despiadado co...