ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"

Capítulo "Promesas"

"Alessandra, eres luz de luna, eres sol, eres venganza y dolor, hace un tiempo entregué mi alma por un poco de justicia, pero todo ha sido en vano, has vuelto a matar mi corazón, pero no es amor lo que me hace odiarte, pues este ya no está, es solo el rencor, esa impotencia de no lastimarte como tú lo has hecho, pero tranquila princesa, voy a darte donde más te duele".

Se había vestido a pesar de no tener ganas de ir, no le gustaba estar cerca de Óscar, le incomodaba, se subió al auto sin decir palabra alguna hasta que llegaron donde el abogado.

-Alessandra, qué gusto verte -Dijo Óscar acercándose a ella y abrazándola- luces preciosa -Le acarició la espalda y ella se alejó, no le gustaba que la tocara, podía sentir sus dobles intenciones-.

-Creo que será mejor entrar -Interrumpió Alessandro marcando distancia entre los dos, entraron hasta la oficina y escucharon atentos todo lo que el abogado manifestaba-.

-Como último punto -Continuó el abogado- dejó todos mis bienes, propiedades y dinero a mi esposo Óscar y a mi hijastra Katherine, otra cosa más, ya que la señora ha muerto, usted estará a cargo de ella, señor Óscar.

-No te preocupes Alessandra, cuidaré muy bien de ti -Sonrió recorriéndola con la mirada de pies a cabeza-.

-Soy mayor de edad, no necesito que nadie me cuide.

-Pues no te queda de otra que venir conmigo, no voy a seguir pagando el internado.

-No necesito que lo hagas, lo pagaré con el dinero que me dejó mi padre.

-No podrás recibir tu herencia hasta dentro de un año.

-Vaya, veo que estás muy enterado de mis estados financieros.

-Solo me preocupo por ti.

-Yo ya tuve un padre que cuidaba de mí, no necesito otro -Aclaró-.

-Pues me necesitas, sin dinero no podrás pagar el internado, y eso ahora es un gasto innecesario, vendrás a casa conmigo ahora mismo.

-El internado se hará cargo de la educación -Intervino Alessandro- pagará cuando pueda.

-Nadie pidió su opinión, ella se va conmigo -La tomó bruscamente del brazo y la atrajo hacia él-.

-Suéltame -Exigió forcejeando con Óscar, todo pasó muy rápido y un golpe bastó para tumbarlo en el piso y llenarle la cara de sangre-.

-Si vuelves a ponerle un solo dedo encima, te mato -Amenazó antes de tomar de la mano a Alessandra y salir del lugar-, siento haber reaccionado así Aless -Se disculpó- no pude controlarme.

-No tienes que disculparte, se lo merecía por imbécil, gracias por cuidarme -Le sonrió y recostó su cabeza en su hombro abrazándose a él mientras manejaba-.

-Tu madre te ha dejado fuera del testamento, conozco buenos abogados que pueden ayudarte.

-Te lo agradezco mi amor, pero no me interesa su dinero, jamás me interesó, que se lo queden y hagan lo que les dé la gana, sabes el dinero no lo es todo en la vida, al menos no para mí, si mi padre no me hubiera heredado nada, sé que aun así no me habría dejado derrotar y trabajaría, no le temo a trabajar, es peor vivir pisoteada solo por tener una vida "cómoda" -La miró y algo parecido al orgullo se reflejó en sus ojos al escucharla hablar así, con esa madurez y seguridad, algo que jamás sucedió con la Alessandra que le rompió el corazón y carecía de ética y principios-.

-Llegamos -Le susurró al oído haciéndola despertar-.

- ¿Dónde estamos? -Preguntó Alessandra con una sonrisa-.

-En mi casa -Respondió guiándola hasta la entrada de la misma-.

- ¿Tu casa?

- Sí.

-Pensé que vivías en el internado.

-Por ahora sí, pero pronto me iré.

- ¿Pronto?

-Si, apenas te gradúes, viviremos aquí -Sonrió al escucharlo decir los planes que tenía preparados para ella y que erróneamente creyó que le traerían felicidad, bajaron del auto tomados de las manos y caminaron en dirección a la puerta del castillo que tenían en frente y que él no tardó en abrir- bienvenida -La invitó a entrar, recorrió el lugar con la mirada palideciendo al instante al reconocerlo, ese era el castillo con el que soñaba y en el que varias veces había visto a Alessandro morir-.

- ¿Pasa algo? -Preguntó al notar su silencio-.

-No, -Mintió- es... es un sitio muy hermoso.

-Dentro de muy poco será nuestro hogar y nunca más no separaremos -Aseguró en una promesa que tenía como único fin destruirla-.