ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"

Capítulo 23 "Hold Me"

"Mi dulce Alessandra, hoy te he visto por primera vez, lucías tan preciosa, tan altiva e inalcanzable, tus ojos brillaban como dos luceros que iluminaron mi alma, bienvenida a mi vida pequeña".

Había tenido una noche increíble, aquel hombre con apariencia de frialdad le había hecho el amor de una manera única, alzó su mirada y observó el rostro de su adorado Alessandro, así dormido lucía relajado y su frialdad parecía desaparecer, besó el centro de su pecho y recostó su cabeza sobre él, abrazándose fuerte.

-No puedes dormir -Preguntó acariciándole el cabello-.

-No Tengo sueño -Se apoyó en él-.

-Si no duermes, no atenderás a clases mañana, debes dormir, pequeña, cierra tus ojos -La besó en la frente-.

-Prefiero verte a ti.

-No hay nada que ver en mi Aless.

-Claro que sí, eres bellísimo.

-Entonces no estás viéndome bien.

-Lo hago Alessandro -La tomó del rostro y la acercó a él para darle un beso-.

-Duerme princesa, duérmete ya -Cerró sus ojos y dejó que sus mimos terminarán por hacerla dormir-.

En el desayuno sus ojos se cerraban, después de todo Alessandro si tenía razón, el sueño estaba dominándola, apoyó su mejilla en su mano y volvió a quedarse dormida, haciendo que se le regara el café.

-Aless no inventes, me regaste todo.

-Lo siento.

- ¿No dormiste o qué?

-No, es que no tenía sueño -Mintió, se dirigieron a clases, aunque estaba muy cansada para prestar atención, aunque todo cambio cuando vio a Alessandro entrar, con su traje negro todo imponente y guapo como siempre-.

-Buenos días, señoritas.

-Buenos días, señor Director -Saludaron todas al unísono-.

-Señoritas, la próxima semana tendremos el campamento de convivencia -Dijo dando indicaciones de todo lo que se haría en tal campamento, las clases terminaron y todas salieron del salón-.

-Aless vamos,

-Ahora voy, necesito preguntarle algo al señor director.

-Ok, nos vemos al rato -Se despidió-.

- ¿Qué es lo que necesita, señorita Alessandra?

-Lo necesito a usted profesor -Se acercó a él-.

-No es el lugar señorita Alessandra.

-Pero...

-Que tenga una buena tarde -Se levantó y salió dejándola sola y confundida ¿Qué había sido eso? ¿Por qué se había ido? Fue hasta su habitación y se cambió de ropa, no cenó, no tenía hambre, se dirigió hasta la cocina para preparar algo de café, eran las siete de la noche y Karina ya se había ido con Zigor, a veces envidiaba la relación que tenían esos dos, siempre aprovechaban cualquier momento para estar juntos y siempre había una complicidad única entre esos dos, fue hasta la biblioteca en busca del algún libro para leer, pero cuando pasaba por la oficina de Alessandro una mano la tomó del brazo y la metió adentro, el beso la tomó por sorpresa, pero no le disgustó, se abrazó a su cuello y le correspondió, le gustaba la forma en que la besaba, podía hacerla flotar con sus besos-.

-Alessandro -Susurró sobre sus labios- te extrañé tanto -Volvió a besarlo- ¿Tú me extrañaste?

-Si, te extrañe pequeña, yo... yo tengo que decirte algo

- ¿Qué?

-Llamaron de tu casa.

- ¿De mi casa? ¿Por qué? ¿Pasa algo?

-Aless no sé cómo decirte esto.

- ¿Qué cosa? Dímelo de una vez, estás asustándome.

-Alessandra, tu mamá ha muerto -Sintió que todo desaparecía a su alrededor y él tuvo que sostenerla para que cayera al suelo, Alessandra se había desmayado-.