ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"

Capítulo 36 "Un Hermoso Ángel Llamado Alessandro"

"Hoy la noche vestirá de luto y esta luna de plata será testigo de mi fin, mi amada princesa Alessandra, ya no hay porque vivir, hoy mi alma marchita ha preferido la muerte que seguir condenada a tu olvido, hoy el dolor ha terminado por destruir lo poco que quedaba de mi y la desolación me ha hecho entender que no volverás, te has marchado con mi corazón en tus manos y mi vida también, es mucho el tiempo que he esperado por las migajas de tu amor, ¿Para qué seguir si tú ya no volverás?, adiós mi princesa de hielo, tú has escogido tu destino y ahora yo escogeré el mío, pero no olvides cariño mío que mis sentimientos hacia ti seguirán intactos, solo espero encontrarte en otra vida y volver a ser parte de ti, pero para siempre".

Se sentó frente al piano y tocó una triste melodía que reflejaba su sentir, estaba harto de su soledad, bebió su última copa de vino y subió hasta la habitación, llenó la tina de baño con agua tibia para desangrarse más rápido y tomó una navaja de afeitar, el primer corte lo hizo sisear del dolor, era un corte profundo y en vertical para que no pudieran coserlo, repitió la misma acción en la otra muñeca y cerró los ojos a la espera de que la dulce muerte se lo llevara de una vez.

—Alessandro, Alessandro —Escuchó decir a una voz, frente a él un hombre alto y todo de negro hizo presencia, llevaba una melena que le llegaba a la altura de los hombros y lucía una palidez muy particular, trato de fijar su mirada, pero ya había perdido mucha sangre y poco a poco iba perdiendo la conciencia, lo que le hizo dudar que ese ente era real— soy real —Afirmó como si le leyera la mente— y estoy aquí para ayudarte.

— ¿Quién eres? —Preguntó confundido—.

—Tengo muchos nombres —Comentó sin importancia— yo soy al que todos temen y también a quién buscan todos los tontos para usar como excusa a todas las atrocidades que cometen.

— ¿Qué es lo que quieres?

—He venido a darte una segunda oportunidad.

—No quiero una segunda oportunidad.

—Por favor Alessandro, no seas patético ¿En serio piensas morir por amor? —Se mofó— oye, esa niña está por ahí cogiéndose a otro y tú aquí, como estúpido desangrándote, no me hagas reír.

— ¿Qué es lo que quieres?

—Algo muy simple, tu alma.

—Mi alma le pertenece a Dios —Una risa estridente retumbó en la estancia y pronto Lucifer se acercó a él—.

— ¿En serio crees que Dios recibirá tu alma? Alessandro acabas de cometer suicidio, eso sin contar que lo desobedeciste por estar con una humana, tu alma me pertenece de todos modos.

—Él me perdonará.

—¿En serio piensas que perdonara que su ángel predilecto lo haya traicionado por tener amoríos con una humana? Reacciona Alessandro ¿Quién crees que está detrás de todo esto?, esto ha sido una pequeña represalia por tu traición, estás perdido, solo yo puedo ayudarte.

— ¿Cómo?

—Quiero que me entregues almas.

— ¿Entregarte almas? ¿A qué te refieres?

—Es simple, pero primero hay que hacer, que cerrar esto — Lo tomó de los brazos y cerró las heridas— o morirás antes de que te explique todo, listo, ahora este será el trato, quiero que me entregues almas, desde ahora te entregaré inmortalidad, pero tú me deberás lealtad.

— ¿Cómo quieres que te entregué almas?

—Desde ahora serás el director de Valknir.

— ¿Valknir?

—Sí, un lugar donde no habrá límites, será un lugar para chicas manejado por ti.

— ¿Por qué chicas?

—Mis incubus necesitan parejas y tú se las darás, a cambio tendrás riqueza e inmortalidad y la oportunidad de que te vengues de quién te ha hecho daño, porque es lo que quieres ¿Verdad?, aunque habrá algo que rompa este contrato y te libere, pero eso sí, lo perderás todo ¿Aceptas el trato?

—Sí —Habló su dolor que con los días se convertía en odio— pero... ¿Qué es lo que rompe el contrato?

—Lo sabrás a su debido tiempo, ahora te haré un favor —Colocó su mano sobre el pecho de Alessandro y cerró los ojos para concentrarse—.

— ¿Qué has hecho?

—Te he quitado el dolor y la posibilidad de sentir amor, eres libre de tu sufrimiento Alessandro.

— ¿Qué?, ¿Por qué razón?

—Un hombre que tiene corazón es muy fácil de manipular, ahora duerme, que mañana será otro día —Susurró, haciéndolo caer en un sueño profundo y desapareciendo de la habitación—.