Intentó bajarse del escritorio al escuchar a su amiga, estaba asustada y temía que los descubriese, pero él se lo impidió y la sostuvo contra la mesa.
- ¿Qué hace? -Susurró en voz baja y este ni se inmutó- nos va a descubrir Karina -Con total descaro y como si no escuchara sus palabras, abrió los botones de su blusa dejando al descubierto sus pechos-.
-Le he puesto seguro a la puerta -Murmuró sobre sus labios- no podrá entrar, pero si no sabes guardar silencio, todos escucharán, así que shhh -Colocó su dedo índice en la boca de Alessandra- ahora tú vas a hacer que mi cara de mala leche desaparezca -Dijo antes de apresar uno de sus pechos, lo acarició con la lengua ¡Dios! Era como en su sueño, tan suave y excitante que sentía que la temperatura de su cuerpo subía sin piedad alguna, escuchó la voz de Karina tras la puerta de la biblioteca y su corazón latió a mil por hora, tenía miedo que los descubrieran-.
-Nos descubrirá -Volvió a advertir, respirando agitada, ese hombre no estaba haciendo caso a nada y su miedo en combinación con el placer del momento despertaron algo en ella que jamás había sentido, se alejó de sus pechos y bajó sus pantalones dejando ver su erección, ¿Iban a tener sexo?, sintió pavor al verlo, ella no estaba lista para eso- no por favor, no estoy lista, yo nunca he estado con un hombre.
-Tranquila, yo tampoco -Dijo con una sonrisa, escuchó a Karina pasar de largo y aprovechó para jalar una silla y sentarse dejando a Alessandra sobre su regazo, coló una mano por su short hasta llegar a su intimidad y la rozó con las yemas de los dedos, humedeciéndose en ella- eres muy receptiva a mis caricias, aunque denotas la inexperiencia de tu cuerpo al mojarte tan rápido, creo que tú y yo nos vamos a llevar muy bien -Aseguró dejándole en claro que no sería la última vez que tendrían ese tipo de encuentro-.
¿Pero qué diablos estaba pensando? ¿De verdad estaba dejando que un extraño la tocara? Debería darle una bofetada e irse, pero no podía, por descabellado que podía parecer todo eso, a ella le gustaba, de seguro su padre estaría decepcionado si la viera en esas, él siempre había querido que ella se casara con un buen hombre que tuviera un hogar y... los pensamientos se le esfumaron de la mente cuando volvió a sentir los labios de ese hombre en sus pechos acariciándolos con la punta de la lengua, cerró los ojos avergonzada por la situación en la que se hallaba "Esto no está bien" se repetía una y mil veces, pero eso de poco o nada le servía, la tomó de la cintura y la rozó en él-.
-Alessandra -Buscó su boca- he esperado tanto por ti, estabas tardándote en llegar.
- ¿De qué está hablando? -Preguntó tratando de controlar su inexperto cuerpo que empezaba a reaccionar a él-.
-Ya lo entenderás, mo duine -La besó- ya lo entenderás, ahora solo disfruta -Como si sus palabras fueran música para sus oídos, se abrazó a él y dejó que tomara el control, que la llevara a experimentar el más grande de los placeres, el orgasmo terminó por arrasarla y él la sostuvo hasta que los espasmos del mismo calmaron-.
- ¿Qué he hecho? -Apoyó la frente en su hombro sin esperar respuesta-.
-Ya está pequeña, ya está -Le acarició la espalda- mi princesa- La tomó del rostro y besó su frente haciendo que cerrara los ojos- despierta mo duine, el sueño ha terminado.
Buscó su mirada sin entender que pasaba y lo único que pudo ver fue oscuridad, otra vez estaba en su habitación, prendió la lámpara y vio a Karina en la cama de a lado, estaba dormida, miró su ropa buscando vestigios de lo que había pasado, pero no encontró nada, ¿Había soñado otra vez? Se cubrió el rostro con las manos sintiéndose confundida, ¿Y si nada de lo que vio fue real?, ¿Ni siquiera su encuentro con Alessandro?, ¿Qué carajos le estaba pasando?.
Volvió a acostarse hasta que el sueño se apoderó nuevamente de ella, a las nueve de la mañana ya se había cambiado y bajaba junto con su amiga a desayunar, no quedaban muchas chicas, la mayoría habían desayunado ya.
- ¿Estás bien Aless?
-¿Qué?
- ¿Que si estás bien?, no has dicho palabra alguna en toda la mañana.
-No pasa nada, es solo que no he dormido bien, esos es todo.
-Bueno, tal vez deberías dejar de tomar tanto café.
-Sí, creo que debería dejar un poco el café.
- ¿Vamos a la piscina?
-Adelántate, iré a hablar con el director.
- ¿Te lo tirarás de una vez? -La molestó-.
-No Karina, no voy a tirármelo, necesito que me dé mi celular a para llamar a mi madre.
-Ok, no te vayas a demorar -Caminó con dirección a la oficina de Alessandro y golpeó la puerta hasta que este le abrió-.
-Buenos días, señorita, ¿Necesita algo? -Lo miró y un escalofrío le recorrió el cuerpo al tenerlo al frente, con su traje azul marino, siempre elegante, aunque fuera sábado, y sus ojos, esos preciosos ojos turquesas que tanto le gustaban, era precioso y misterioso- ¿Necesita algo señorita? -Volvió a preguntar llamando su atención-.
-Si, yo..., yo necesito mi celular, quisiera llamar a mi madre.
-Lo siento, pero se extravió la llave del cajón, el lunes vendrá un cerrajero.
- ¿Puedo ocupar el teléfono de aquí?
-No tiene línea por el momento.
- ¿Podría usar su celular?
-No tengo saldo.
- ¿Hay algún teléfono que pueda usar?
-No, y ahora si me permite -Abrió la puerta para que saliera- tengo muchas cosas que hacer, -¿La estaba echando? ¿Y qué era eso de que no había teléfonos disponibles? ¿Acaso intentaba aislarla? Ese lugar ya no parecía un internado, si no una cárcel y ni hablar de la actitud del director era un idiota, nada que ver con el hombre que aparecía en sus sueños y que la llevaba al cielo con sus caricias, estaba obsesionándose con él, no había otra explicación, por eso lo soñaba, era eso o estaba loca, lo cierto es que el lugar le parecía extraño y sentía que ocultaba algo, aunque no sabía bien que-.
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ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"
Romance🔥 ALESSANDRO 🔥 Alessandro es lujuria, es pecado, es aquello que solo puedes desear en lo más profundo de tus fantasías, es un sueño hecho realidad que puede convertirse en pesadilla. Capaz de conducirte al más amargo de los dolores, despiadado co...