Capítulo 15 "Mil Razones"

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Hola queridas lectoras, les comento que me pueden encontrar en instagram como @liz.valk666 ahí subo avances, información y demás cosas relacionadas con mis historias.

Sin más que decir, que disfruten su lectura.

"Alessandra, por favor, no me dejes, escuchó decir, otra vez había vuelto al lugar de sus sueños y otra vez veía a la pareja, solo que esta vez la mujer parecía estar a punto de irse".

—No insistas más, es la decisión que he tomado y debes respetarla.

—Lo dejé todo por ti Alessandra, todo, no me abandones por favor, no soy más que una persona vacía si no te tengo a mi lado.

—Estoy enamorada, entiéndelo.

—Dijiste que me amarías para siempre —La miró decepcionado—.

—Para siempre, solamente es una palabra —Dijo la mujer antes de irse del castillo, dejando solo al hombre que iracundo empezó a destrozar el lugar con sus propias manos—.

"Los días pasaban y pasaban mientras él seguía destruyéndose, hasta que no pudo más y el dolor de la traición terminó por derrotarlo, tomó una navaja de afeitar y se abrió las muñecas para así desangrarse, gritó su nombre tratando de detenerlo, pero no lo oía, ella no era más que una espectadora en ese sueño".

—Alessandra, Alessandra —La movió para despertarla, la había escuchado mencionar su nombre y pensó que le necesitaba— Alessandra —Volvió a sacudirle y esta despertó abrazándose de inmediato él—.

—Alessandro —Susurró sobre su cuello entre lágrimas, sentía algo en ese momento que su corazón no podía explicar—.

—Solo ha sido un sueño, cálmese señorita Alessandra.

—Por favor no me dejes —Replicó las palabras que había escuchado en su sueño, como si su tiempo volviera atrás, los recuerdos lo invadieron y pronto una lágrima se desbordó por sus preciosos ojos turquesas—.

—Yo jamás voy a dejarte —La tomó del rostro y la acercó hasta él para besarla y ella se dejó, había algo en ese hombre que podía con ella, que la dominaba y la invitaba a caer en su encanto, se aferró a él deseando que ese beso tan tierno no acabara nunca y dejó que él la guiara, que le enseñara como debía besarlo, junto a su frente con la de ella y un suspiro de alivio salió de sus labios, era como si al fin lograba tener algo de paz— debes descansar mi niña, es mejor que duermas —La arropó y se acostó junto a ella haciendo que recostara su cabeza en su pecho, unos cuantos mimos en su cabello fueron suficientes para que ella volviera a conciliar el sueño y descansara tranquila—.

Respiró profundo y pronto un aroma varonil inundó sus fosas nasales, había amanecido ya, y él seguí a su lado, al menos eso no lo había soñado, alzó su rostro solo para comprobar que Alessandro aún dormía, se veía relajado y tranquilo, nada que ver con su cara de mala leche que ponía a diario, volvió hundir su rostro en el pecho de él y se abrazó más fuerte, abrazo al que él entre sueños también correspondió.

—Hora de despertar dormilona, te traje el desayuno —Entró Karina con una bandeja a la habitación—.

—Hola —Se despertó aún algo débil, y notó que él ya no estaba—.

—¿Cómo te sientes nena?

—Estoy mejor, gracias.

—Después de todo el director resultó ser buen enfermero.

—Sí, él cuidó de mí toda la noche.

—Lástima.

— ¿Qué cosa? —La miró sin entender—.

—Que hayas estado enferma, porque si no, pfff, hubieras aprovechado para tirártelo.

—Karina —La censuró con la mirada tratando de que se callara para que no la escuchara el director que acababa de entrar—.

—De seguro que haber pasado la noche contigo es lo más lejos que ha llegado con una mujer —Continuó— con la cara de mala leche que se carga, no creo que coja muy a menudo —Se echó a reír—.

—Señorita Karina —Interrumpió a sus espaldas la voz del director que la veía con cara de pocos amigos al escuchar los comentarios que hacía sobre él—.

—Señor director —Lo miró deseando que se la comiera la tierra—.

—Está castigada por una semana, ahora salga de aquí y diríjase a clases.

—Sí, señor —Respondió sin rechistar la oren y los dejo solos—.

—¿Cómo amaneció, señorita Alessandra? —Preguntó como si no hubiera pasado nada entre los dos—.

—Estoy bien señor, gracias por preguntar y sobre todo gracias por cuidarme.

—No ha sido nada —Contestó tratando de restar importancia a sus actos—.

—Ha sido mucho, gracias.

—Será mejor que coma el desayuno y que descanse un poco, aún no está bien, luego le traeré el almuerzo —Y así fue, a las doce en punto le había llevado el almuerzo y por la tarde algo de café antes de la cena, y al igual que la noche anterior se quedó con ella para cuidarla, solo que esta vez se quedó en la silla y no en su lado, al día siguiente no hubo pretexto para no ir a clase, ya se sentía bien y no quería seguir desigualándose, desayunó junto con Karina buscando la mirada de aquel dulce hombre que la había cuidado, pero este la ignoró por completo, aunque en clase la situación tampoco cambio, era como si ese beso jamás hubiera pasado, las clases terminaron y todas se alistaron para salir—.

—Señorita Alessandra —La llamó el director—.

— ¿Si?

—Quédese, le daré los temas que debe igualarse, y usted —Se dirigió a Karina- suba a la oficina de Zigor para que le dé su castigo—.

—Si señor enseguida —Salió del salón—.

—¿Qué temas son los que debo igualarme? —El beso la tomó por sorpresa, pero no le molestó, se abrazó a él y le correspondió—.

—He tenido ganas de hacer esto todo el día —Murmuró sobre sus labios anhelando que ella deseara lo mismo—.

—Estuve a punto de pensar que todo había sido un sueño, has estado ignorándome todo el día.

—No podemos levantar sospechas, estaríamos en problemas.

—Lo sé, tienes razón.

—Esto no puede salir de nosotros dos, no se lo puedes decir a nadie, ni siquiera a Karina.

—No lo haré, lo prometo —Se abrazó a él buscando que la besara de nuevo, dando así comienzo a un viaje sin retorno que le traería dolor y la llevaría al mismo infierno—.

Alessandra que hoy vives ajena a todo, hoy he abierto las puertas de mi corazón para dejarte entrar, pero ten por seguro que más nunca podrás salir de ahí, bienvenida a mi mundo, "Siempre Mía Alessandra".

ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora