Hola queridas lectoras, les comento que me pueden encontrar en instagram como @liz.valk666 ahí subo avances, información y demás cosas relacionadas con mis historias.
Sin más que decir, que disfruten su lectura.
Sentía escalofríos recorrer todo su cuerpo y un calor insoportable que hacía que su garganta ardiera, se sentía demasiado mal como para levantarse, sería mejor quedarse en cama por hoy.
-Aless, cámbiate o llegaremos tarde al desayuno.
-No quiero desayunar Karina -Respondió tiritando como si estuviera haciendo frío-.
- ¿No te sientes bien? -Preguntó tocándole la frente-.
-No, me duele todo el cuerpo.
-Aless estás hirviendo, arrópate bien, te prepararé un café caliente para que te lo tomes o una limonada ¿Qué prefieres?
-El café, gracias.
-Listo amiga, ahora te lo traigo -Bajó a la cocina para preparar el café, el comedor ya empezaba a vaciarse, era hora de entrar a clases-.
-Señorita Karina, el desayuno terminó, debe ir a clase.
-Lo sé señor director, pero Aless está mal y yo iba a dejarle este café.
- ¿Mal?
-Está enferma.
-Deme eso, yo se lo llevaré, usted vaya a clases.
-Pero...
-Sin peros, señorita a clase -Ordenó y esta terminó por obedecerle, subió hasta el cuarto de Alessandra y se acercó hasta ella para tocarla bajo el mentón- por dios, estás volando en fiebre, Alessandra, -La movió, pero esta no contesto-, hay que bajarte la fiebre -La cargó en sus brazos y la llevo hasta la bañera, para después secarla y cambiarle de ropa, pasó unos minutos hablándole para que reaccionara y poco a poco iba haciéndolo-.
- ¿Karina?
-No, soy yo.
- ¿Señor director?
-Sí, iré por algo a mi oficina y vendré a inyectarte, ya vuelvo -Buscó en el botiquín que tenía y tomo unas ampollas para inyectárselas a Alessandra, bajó un poco la cinturilla de su short y le inyectó en el glúteo para luego arroparla, pasaron tres horas para que al fin pudiera dormirse y él aprovechó ese tiempo para prepararle algo de sopa-.
-Alessandra -La movió haciendo que despertara- debes comer un poco
-No tengo hambre, me duele mucho la garganta -Se quejó al borde de las lágrimas-.
-Te he inyectado, debes comer o la medicina hará que te arda el estómago.
-Por favor, solo déjeme descansar, no soporto este malestar -Pidió entre lágrimas-.
-No llores bonita -Le secó las lágrimas- es por tu bien -Con toda la paciencia del mundo tomó la cuchara y sopló la sopa para que no se quemara los labios al darle de comer, fue algo complicado hacer que terminara todo, el malestar ponía algo renegada a Alessandra- ya está, ya te lo terminaste.
-No puedo respirar.
-Es por el resfriado que tienes, debes descansar, te pondré otra inyección para que puedas dormir y se te quite el dolor -Se quedó con ella hasta que se durmiera y se sentó en una de las sillas por si llegaba a necesitar algo-.
-Aless, ya estoy aquí -Dijo Karina entrando a la habitación, pero decidió callarse al ver las señas que le hacía el director para que no despertara a su amiga-.
-Será mejor que tomé su ropa y se vaya de aquí -Le aconsejó en voz baja, no quería perturbar el sueño de Alessandra-.
- ¿Irme?
-Sí, tu compañera está con un resfriado fuerte y puede contagiarte, lo mejor es que no duermas hoy aquí, dile a Zigor que te dé otra habitación.
-Pero mi amiga puede necesitarme, yo quiero cuidarla.
-No, yo lo haré, ahora toma tu ropa y sal por favor.
-Sí, señor, con permiso -Tomó su pijama y fue en busca de Zigor que tenía clavada su mirada en un libro de la biblioteca-.
- ¿Seguirás mirándome? ¿O vas a pasar de una vez?
-Lo siento profesor -Se disculpó- el señor director me ha dicho que le pida una habitación por esta noche.
- ¿Una habitación? -La miró sin entender-.
-Sí, el directo ha dicho que Aless tiene un resfriado y podría ser contagioso, así que me dijo que le pidiera otro cuarto para dormir por esta noche.
- ¿Por eso has traído tu pijama? -Señaló su ropa-.
-Sí.
-Lo siento, pero en mi cama dormirás desnuda, no me gusta dormir con mujeres que tengan ropa -Le guiñó un ojo poniendo seguro en la puerta de la biblioteca- ¿En serio crees que dejaré que pases la noche en una cama que no sea la mía?
-Profesor yo...
-Shhh, -La silenció atrayéndola de la cintura hacia él- quítame el profesor cuando tú y yo estamos solos, dime Zigor, al menos que te excite más llamarme profesor -Cerró los ojos al sentir su mano deslizarse por su uniforme y meterse por debajo de su falda-.
-Alguien podría vernos -Advirtió mordiéndose el labio inferior al sentir los dedos de Zigor rozando su intimidad por encima de su braga-.
-Nadie sube a esta hora aquí, además -Se abrió paso entre la fina tela hasta tocar su piel- sería muy excitante hacerlo aquí -Le dio un beso en el cuello, antes de hundir sus dedos en ella- estás tan suave aquí -Rotó sus dedos y ella se abrazó a él, se sentaron en unos de los sillones y la estimuló hasta que ella llegó al orgasmo- eso es buena chica -Movió su mano en la fina línea de su entrada hasta que los espasmos de su cuerpo calmaron- ahora es mi turno muñeca, -La alzó levemente de la cintura y se colocó un preservativo, volviendo a acariciarla con sus dedos, rozando suavemente cada centímetro de su monte de Venus-.
- ¿Lo haremos aquí?
-Muñeca, lo haremos aquí, en la sala, en la cocina, en mi habitación, lo haremos donde queramos -Guió su erección hasta su entrada y entró en ella de una forma muy lenta, provocándola llevándola a los extremos, le quitó el uniforme dejándola solo con la falda y dirigió sus labios hasta los pechos de su amante que bailaban al son de sus embestidas, mientras sus gemidos de placer acababan con el silencio del lugar- ¿Dime muñeca, te gusta así?
-Sí, me gusta así, no pares por favor -Como si sus palabras fueran órdenes, se hundió en ella más profundo y más fuerte, lo necesitaban, ambos necesitaban llegar a éxtasis ya, se abrazó fuerte a su cuerpo y un sollozo descomunal salió de sus labios al sentir que otra vez experimentaba el orgasmo-.
En la habitación de Alessandra otro era el panorama, eran casi las doce de la noche y él no se había movido de ahí, estaba cuidándola, se preocupaba por ella, le puso unos pañitos húmedos en la frente y revisaba su temperatura para asegurarse de que estuviera bien y que pudiera descansar tranquilamente.
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ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"
Roman d'amour🔥 ALESSANDRO 🔥 Alessandro es lujuria, es pecado, es aquello que solo puedes desear en lo más profundo de tus fantasías, es un sueño hecho realidad que puede convertirse en pesadilla. Capaz de conducirte al más amargo de los dolores, despiadado co...