Capítulo "Un Nuevo Rumbo"

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Abrió los ojos, topándose con una oscuridad que apenas era alumbrada por unas velas, miró a su alrededor tratando de ver dónde estaba y se topó con una habitación que se le hacía conocida, ¿dónde estaba?, se levantó de la cama en la que se encontraba y pudo verse cubierta por una túnica blanca que le llegaba a medio muslo.

-Esto no puede ser, -Se repetía mentalmente una y otra vez al darse cuenta de que estaba en el castillo de su verdugo, abrió la puerta con cuidado y salió del cuarto tratando de saber que pasaba, ¿por qué estaba ahí?, bajó por las escaleras en precipitada carrera y notó que había alguien en la sala de estar, sintió el olor de un cigarrillo inundar toda la estancia y pronto lo vio, sentado en un sillón frente a la chimenea se encontraba Alessandro bebiendo algo de café mientras fumaba-.

-Veo que despertaste, -Dijo dando otro sorbo a la taza-.

- ¿Por qué estoy aquí?

-Yo te traje.

-¿Por qué?

-Para protegerte.

- ¿Protegerme?

-Sí, si estás conmigo, nadie te hará daño.

- ¿Más del que ya me has hecho?, vaya, que considerado resultaste.

-Aless tenemos que hablar.

-Yo no tengo nada que hablar contigo, no quiero volverte a ver, ¿de qué manera te lo tengo que decir?

-No lo entiendes, me perteneces, no tienes opción.

-Yo no soy un objeto Alessandro, no te equivoques conmigo.

-Eso lo sé, no te veo como un objeto pequeña, eres mi otra mitad.

-No me salgas con eso ahora.

-Es la verdad Aless.

-Estás loco, no pienso quedarme contigo, -Corrió en dirección a la puerta y la abrió topándose con un oscuro abismo al que casi cae, pero del que Alessandro la salvó-, ¿qué es esto?

-Una vez que entras aquí no puedes salir, -Se soltó de su agarre y corrió por todo el lugar tratando de salir, pero no lo consiguió, estaba atrapada-.

-No sigas, no puedes irte.

- ¿Qué vas a hacerme?

-Ya te lo dije, voy a protegerte

-Estás loco.

-Aless, -Intentó acercarse a ella, pero esta se alejó-, vete, no quiero oírte.

-Por favor Aless, necesito que me escuches.

-No hay nada que escuchar, ya lo sé todo, -Le reprochó con los ojos empapados en lágrimas-, solo soy una pieza más en tu rompecabezas, soy la pieza que te faltaba para completar tu venganza.

-No Aless, eres la pieza que le faltaba a mi roto corazón, jamás pensé que podría sanarse, hasta que llegaste tú.

-Mientes, he leído todas tus cartas, lo único que te une a mi es el odio.

-Yo no te odio, -La miró completamente arrepentido-.

-Yo sí, con todas las fuerzas de mi alma.

-Lo sé, pero haré hasta lo imposible porque eso cambie.

- ¿Quién eres Alessandro?

-Yo era un ángel, un ángel que perdió su alma por poder tener el amor de tu madre.

- ¿Un ángel?, no existe tal cosa.

-Existen, solo mírame Alessandra, conocí a tu madre hace más de veinte años y sigo viéndome igual.

-No es cierto, -Murmuró entre dientes como si deseara que todo fuera una mentira, -.

-Yo era el ángel guardián de tu madre, vine a este mundo para cuidarla, pero me enamoré y fui desterrado.

-No puede ser, no es posible.

-Lo es Aless, cuando tu madre me traicionó, me sentí perdido y me abrí las venas, ya no quería vivir, -Lo miró, ahora entendía el porqué de sus sueños-.

-La amabas mucho, es tu amor hacia ella lo que ha hecho que me utilices para tu venganza, debió ser muy difícil para ti estar conmigo luego de lo que ella te hizo, pero yo no tenía la culpa, -Se mordió el labio inferior como una niña a la que regañaban y pronto sus ojos se llenaron de lágrimas-, mi único error fue amar a alguien que me odiaba, sabes, la envidio, ella tuvo al Alessandro tierno y cariñoso, mientras que yo solo tuve tu odio y rencor, me entregue ciegamente en cuerpo y alma a alguien que solo buscaba en mí a otra mujer.

-Aless -Intentó abrazarla y ella lo abofeteó-.

-No te atrevas, ahora déjame salir.

-El collar que aceptaste, -La interrumpió- es la clara muestra de que ahora eres mía.

-No necesito tu estúpido collar -Jaló con su mano el collar que tenía en el cuello y trató de romperla, pero no pudo hacerlo-.

-No puedes sacártelo, nadie aparte de mí puede hacerlo.

-Esto tiene que ser una pesadilla, esto no está pasando.

-Aless, ese collar es la garantía de que no te pasará nada, de que nadie podrá tocarte jamás, además tú aceptaste, yo te le pregunté y tú decidiste entregarte a mí en cuerpo y alma.

-Sácame de aquí, no quiero ver tu rostro, no quiero tenerte cerca, -Lo empujó rompiendo en llanto, estaba descontrolada, su traición le dolía- ya no me hagas más daño, por favor.


-Esto lo hago por tu bien, sé que ahora no me entiendes, pero lo entenderás a su tiempo, por ahora duerme princesa, -Como si sus palabras fueran órdenes, sintió que sus ojos le pesaban y se desplomó en los brazos de Alessandro completamente inconsciente-.

La llevó hasta la habitación y la recostó en la cama para que descansara un poco, besó su frente arrepentido y se acostó a su lado buscando tener algo de paz.

Eran las dos de la tarde y Karina recogía sus cosas para irse del internado, la reacción de Alessandra se le había hecho muy extraña, había decidido irse con Alessandro y le decía que pronto la buscaría, algo muy contradictorio tomando en cuenta el estado en el que estaba, cerró la última maleta y salió del lugar, hoy empezaría su nueva vida, o al menos eso era lo que pensaba ella, lo cierto es que la vida le tenía preparada varias sorpresas al igual que a su amiga Alessandra.

ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora