"Alessandra, te amo tanto como te odio, gracias a ti mi corazón es un infierno de contradicciones que me mata de forma lenta y despiadada, hoy te he visto feliz de su brazo, sonreías orgullosa, ahora ya lo tienes todo, pero descuida mi desalmada princesa, seré yo quien ría de último".
No había dicho ni una palabra desde que salieron y ahora mismo no sabía cómo debía sentirse, estaba tan confundida que no lograba asimilar que le pasaba.
— ¿Todo bien Aless? No has dicho nada desde que volvimos de ese cuarto, ¿tan grave fue lo que viste? Ni que hubieras visto un cadáver.
—No observé nada —Mintió— creo que mis expectativas eran muy altas para al final darme cuenta de que no había nada—.
—¿Y qué esperabas encontrar? ¿Un cuarto de tortura de la inquisición? Aless, esto es un internado, no hay nada raro ni misterioso, de hecho pienso que si no fuera por los bombones que tenemos de maestros, esto sería sumamente aburrido.
—Sí, tienes razón, Karina ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro
—La noche de mi cumpleaños ¿Cómo llegue a la habitación? ¿Tú me trajiste?
—Aless —Sonrió al recordar— siento decirte esto, pero esa noche nos pusimos hasta el culo de trago, ni siquiera yo sé cómo llegue a la cama, pero... ¿Por qué la pregunta?
—Nada, simple curiosidad.
—Aless ¿Estás bien? Te noto preocupada.
—Estoy bien, solo me duele un poco la cabeza, creo que me recostaré un rato para ver si se me pasa.
— ¿No quieres que vayamos a ver tele?
—No Kari, prefiero descansar un poco, ve tú.
—Está bien, pero subiré para irnos a cenar, ¿vale?
—Si Kari —Se recostó en la cama tratando de encontrarle lógica a lo que le había pasado, pero a la final el sueño terminó por dominarla—.
Otra vez estaba en el castillo, y otra vez esa canción sonaba a todo volumen por la estancia, caminó por el pasillo tratando de encontrar el origen de las voces que escuchaba, llegó hasta la sala encontrándose con Alessandro y la mujer que era idéntica a ella, bailaban abrazados y lucían felices, se miraban a los ojos y él le decía palabras de amor que la hacían sonreír, había un brillo en su mirada que denotaba lo mucho que la amaba, nada que ver con la mirada fría que tenía ahora, era tierno y cariñoso, cosa que no era con ella y por un momento envidió a la mujer que él tenía entre sus brazos, jamás lo había escuchado decir que la amaba, lo suyo se basaba más en el sexo, las luces se apagaron dejando todo a oscuras y escuchó un grito desgarrador que parecía venir de las habitaciones del segundo piso, corrió escaleras arriba hasta que se topó con una habitación que tenía las luces prendidas y de la que salía la canción que había estado bailando la pareja instantes atrás, entró al cuarto topándose con agua que se escurría por debajo de la puerta del baño, otra vez estaba pasando, abrió la puerta encontrándose con Alessandro en la bañera que daba un espectáculo macabro al estar ahí con las muñecas abiertas y desangrándose, su reacción fue inmediata y por un momento se olvidó de que todo era sueño, se apoyó en sus rodillas dejándose caer al suelo y tomó de los brazos a Alessandro tratando de controlar la hemorragia, pero no lo lograba y parecía salir con más fuerza.
—Alessandro, despierta —Lo movió— despierta, por favor, abre tus ojos, mi amor, vuelve a mí, —Lo abrazó entre lágrimas, tomó su rostro con sus manos y le besó los labios, haciendo que abriera los ojos—.
Despierta princesa.
— ¿Qué? —Lo miró confundida—.
—Despierta —Volvió a repetir haciendo que todo se oscureciera de nuevo— Aless, despierta —Escuchó entre sueños su nombre y sintió como la movían, era Karina— amiga, es hora de cenar.
—Lo siento —Se disculpó, pasando las manos por su rostro para despertarse bien—.
— ¿Te sientes mejor?
—Sí, me siento mejor.
—Entonces veamos, no quiero perderme la cena, tengo mucha hambre —Se puso un calentador y bajó al comedor junto con su amiga a cenar, aunque ella prefirió solo tomar algo de café, Alessandro no estuvo presente en la cena, pero eso no le extrañó volvieron a sus habitaciones y como de costumbre Karina se fue con Zigor a pasar la noche, se sentó en la cama a decidir si debía ir o no con Alessandro, aunque lo mejor sería encararlo de una vez—.
ESTÁS LEYENDO
ALESSANDRO "MÁS QUE UN SIMPLE DESEO"
Romance🔥 ALESSANDRO 🔥 Alessandro es lujuria, es pecado, es aquello que solo puedes desear en lo más profundo de tus fantasías, es un sueño hecho realidad que puede convertirse en pesadilla. Capaz de conducirte al más amargo de los dolores, despiadado co...