Mejor de lo que esperaba (S.Coups/Seungcheol y tú)

Capítulo 31

Narra _____:

Me encuentro meciendo suavemente mi cuerpo en la delicada hamaca sujetada entre dos largas palmeras. El cálido viento del atardecer acaricia mi piel y el frondoso sonido del oleaje inunda mis oídos.

Disfruto de una piña colada mientras mis dos mejores amigos juegan cerca de la orilla del océano.

Cierro los ojos para tomar una siesta, pero en eso los gritos de Dino llaman mi atención; viene corriendo hacia mí seguido de Seungkwan.

- ¿Qué sucede? – pregunto tomando asiento en la hamaca y luego doy un sorbo a mi bebida.

- Ha llamado Joshua – avisa con una sonrisa.

- ¿Tenemos que volver a Seúl? ¿No era hasta mañana? – cuestiono. Es hasta mañana que se cumple nuestra semana aquí.

- Era, pero mañana pasará algo muy importante y esta noche quiere hablar contigo – explica y Seungkwan asiente.

- ¿Puedo saber de qué se trata?

- No me lo dijo, pero él sonaba emocionado. Y antes de que preguntes, no, no hablé con Jeonghan, solo con Joshua.

Suspiro y asiento; después, tomo de un solo trago el resto de la piña colada. Mis amigos ríen.

- No iba a desperdiciarla – comento.

- Lo entiendo. Regresa el vaso al bar del hotel y vayamos al cuarto para empacar – indica Dino.

- Vamos juntos.

Los tres nos tomamos de la mano, nos enjuagamos en una regadera, ya que tenemos las piernas llenas de arena, regresamos el vaso al bar y caminamos hasta nuestras habitaciones.

Yo solo empaqué y al salir de mi habitación, no me separo de mis amigos en ningún momento; ellos se encargan de hablar con los del hotel para lo de nuestra salida, pedir y pagar el taxi y arreglar lo de los boletos del autobús.

Nos dan un lugar en la parte trasera del vehículo, por lo que sí podemos estar los tres juntos. Yo voy del lado de la ventana, Seungkwan junto a mí y Dino de su otro lado. El viaje inicia, me dedico a contemplar el camino a través del cristal. La temporada de lluvias ha iniciado y pequeñas gotas van corriendo por éste.

Narra Seungkwan:

- _____ se ha quedado dormida – le comento a Dino al sentir la cabeza de mi amiga en mi hombro. A penas llevamos diez minutos de traslado.

- ¿Tú no tienes sueño?

- No, ¿y tú?

- Tampoco, además tengo que cuidarlos.

- ¡Pero ya estamos grandes! O por lo menos yo. Además soy mayor que tú – protesto, ambos soltamos una risilla.

Seguimos platicando, aunque sin hacer mucho ruido para no despertar a _____, e incluso vimos dos capítulos de un drama, claro que utilizando audífonos.

Llegamos a Seúl ya entrada la noche, pero relativamente temprano. Sacudo un poco a _____ para que se despierte, sin éxito. Dino se ofrece a llevarla en sus brazos, accedo aunque eso signifique que yo tendré que cargar con el equipaje.

Nos bajamos del autobús y yo voy por las maletas.

Nos reencontramos con Joshua, viene solo. Al ver a _____ dormida en los brazos de Dino, extiende los suyos para recibirla. Aprovecho para pasarle a Dino dos de las tres maletas, están pesadas.

- Bienvenidos, ¿cómo les fue? – nos saluda. Vamos caminando hacia la salida de la central.

- Bastante bien. Nos divertimos mucho – responde Dino.