andrómina • jjk ✔️

12. butterfly

Unos días después, desperté un poco tarde. Era sábado, así que quería recuperar un poco el sueño de la semana.

Pero lo que se suponía debía ser un día de relajación en mi departamento, termino con otra salida a la que Sana me arrastro a ir.

— ¡Vamos! Es por el cumpleaños de Ahn.

— ¿Y quién mierda es Ahn?

— Una amiga mía y de los chicos de la preparatoria. Es genial. Estoy segura de que te agradará — explicó.

— Sana — me queje.

— Por favor — aunque no podía verla, sabía que estaba haciendo puchero por el tono de su voz.

— Bien — termine cediendo. — Envíame la dirección.

— Jungkook pasara por mi, le dire que de camino pasemos a tu casa — dijo.

Me arrepentí inmediatamente de haberle dicho que si. Después del día en el que salimos, me había empezado a poner bastante nerviosa a su alrededor.

— ¿Qué debería usar? — dije, caminando a mi cómoda.

— ¿Tal vez un vestido? Podría llevarte uno mío — propuso.

Oh, no. Los vestidos de Sana, aunque eran lindos y a ella se le veían hermosos, a mi simplemente no me quedaban. Tampoco me sentía cómoda en ellos. De solo recordar aquel vestido rojo... la única razón por la que aguante toda la noche con el fue porque iba borracha.

— No, esta bien — dije. — Gracias de todas formas.

— ¡Llegamos en media hora! — me dijo antes de colgar.

¿Debía estar lista en tan poco tiempo? ¡Ni siquiera había tomado una ducha todavía!

Corrí al baño y tome la ducha más rápida de la historia. Al salir, me quede en ropa interior y seque muy bien mi cabello para poder peinarlo. Decidí no dejarlo suelto porque eso me tomaría más tiempo. Me recogí el cabello en una coleta no muy alta y peiné las puntas para darle unas ondas, las cuales me quedaron muy flojas por la falta de tiempo.

Estaba a la mitad de encontrar algo que ponerme cuando la pantalla de mi celular se iluminó con el nombre de "Jungkook 🤮". Mierda.

— ¿Hola?

— Estamos abajo — dijo.

— ¡Ahora voy! — y colgué.

Decidí ponerme el vestido verde que había usado para mi primera cita con Seung. Quería vomitar de solo pensarlo, pero era lo más lindo que tenía en todo mi armario.

Me puse el vestido y corrí de nuevo al baño para maquillarme. De haber tenido más tiempo le habría puesto más empeño, pero tenía que irme.

Salí del departamento después de tomar un suéter y ponerme mis tennis blancos.

Cuando baje, Jungkook estaba recargado en el auto, del lado del copiloto, mientras veía algo en su celular. Llevaba puesta una camisa de botones blanca y unos pantalones negros. Se veía bastante atractivo, pero reprimí mis pensamientos.

— Perdón por tardar — dije, llegando a él.

Jungkook levantó la vista y me miro a los ojos, pero después su boca se abrió un poco y me miro de arriba a abajo en una mirada tan rápida que habría ignorado de haber estado distraída.

— No te... No te preocupes — dijo, retomando su tono de voz normal.

— ¡Vaya, lindas piernas! — grito Sana, desde el asiento de atrás del carro. Había bajado la ventanilla. Pude ver que llevaba puesto aquel vestido rosa que le había visto antes un par de veces.