42. run

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Después de varias horas, estaba recorriendo el departamento en busca de Jungkook. Eran más de las 2:00 de la madrugada y nada me parecía más atractivo en este momento que la idea de poder irme a dormir.

— Sana, ¿has visto a Jungkook?

— ¿No está en la terraza?

— No, vengo de ahí.

Ella se encogió de hombros.

— Me parece raro que no esté detrás de ti.

— Dijo que iba a ir al baño pero ya no lo puedo encontrar en ningún lado — conté.

— Se te agotó la batería social, ¿eh? — ella río.

— Me muero de sueño —dije, abriendo los ojos de manera exagerada.

En eso, mi celular vibro en mi bolsillo indicando la entrada de un mensaje.

Sonreí al ver el nombre del contacto.

Jungkook.

" Estoy en el auto, te espero aquí para irnos "

— Hablando del rey de Roma... — le mostré la pantalla. — Me voy, ¿tú todavía te quedas?

Ella asintió.

— Manejaré el coche de Subin para llevarlo a casa — dijo. — Se puso muy mal.

— Bien, mensajéame cuando te vayas y cuando llegues — dije, dándole un abrazo.

— Adiós — se despidió, — nos vemos mañana, recuerda que mi hermana me dio entradas para la obra de teatro que querías ver.

— No puedo esperar — dije, animada, para luego caminar a la salida.

De camino, me encontré con Hobi y Jimin.

— Eh, ¿ya te vas? — me pregunto el primero.

— Si, Jungkook me espera abajo — dije.

¡Peroo apenasss empieza la ffiestaa! — Jimin parecía estar a punto de caerse.

— Nos vemos, chicos — dije, con una pequeña risa al ver como Hobi sostenía a Jimin.

— Adiós, Yun — se despidió, Hobi. — Ve con cuidado.

Una vez que estuve dentro del elevador, dejé salir un suspiro. Me sentía muy cansada y por un momento pensé que esta fiesta sería suficiente como para no volver a salir durante el resto del año, pero sabía que con Jimin, Sana y los demás como amigos, seguramente no tardaría en volver a pisar algún evento de este tipo.

Cuando las puertas se abrieron en el primer piso, caminé hasta la entrada y empuje una de las grandes puertas de cristal con las que te recibía el edificio. Baje los pocos escalones y me dirigí a doblar la esquina al no ver el auto de Jungkook frente a la entrada. En eso, mi celular comenzó a vibrar y lo conteste.

— ¿Hola?

— ¡Yun! ¿Dónde estás? — una voz un tanto agitada me hablo del otro lado de la línea.

andrómina • jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora