35. stay

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Eran pasadas de las 9 de la mañana cuando abrí los ojos. Me gire, todavía enredada entre las mantas y me encontré con Jungkook, quien yacía profundamente dormido a mi lado, con la boca abierta. Me levante cuidadosamente para no despertarlo y así dejarlo descansar hasta que le apeteciera abrir los ojos.

Después de ponerme un par de calcetas rosas, gruesas y calentitas, me dispuse a bajar a la planta baja, donde se escuchaba mucho ruido.

— Buenos días — me saludo Jimin, que estaba sentado por su cuenta en el enorme comedor, comiendo un tazón de cereal. Le sonreí como respuesta, todavía muy somnolienta como para que de mi boca salieran palabras. Iba vestido con unos pantaloncillos cortos color beige y una camiseta de rayas blancas y azules.

Los demás también se habían despojado de su ropa de dormir y ahora se paseaban por la cocina y comedor mientras desayunaban.

— ¿Qué tienen planeado hacer? — pregunté, con voz ronca, sentándome en la silla junto a Jimin mientras tomaba la caja que descansaba sobre la mesa con la cara de un duendecillo sonriente dibujada por el frente, para meterle mano y llevarme un puñado de cereal a la boca.

— Vamos a subir las rocas detrás de la cabaña y daremos una pequeña caminata — dijo Tae. — Luego teníamos pensado pasar la tarde en el lago.

— Suena divertido — dije, pero luego recorrí el piso entero con la mirada. — ¿Dónde está Sana?

— Se siente mal — contesto Jimin, con la boca llena. — Dijo que eran cólicos. Subí para ver si quería venir pero ya se había vuelto a dormir.

Fruncí el ceño, haciéndome una nota mental para recordar subir a verla en un rato.

— ¿Nos acompañas? — me preguntó Jin.

— ¿Van a ir todos?

— Yo no — Yoongi habló desde el sofá, que al parecer era su lugar favorito en toda la casa.

— Yo tampoco. El año pasado los acompañe y casi muero — me dijo Hobi, a lo que no pude evitar reír porque sabía lo exagerado que era en este tipo de cosas.

Después de pensármela un poco, decidí acompañarlos.

— Iré a vestirme — avise, a lo que todos asintieron. Se veían extrañamente llenos de energía y sonreí al imaginarlos haciendo actividades tan cercanas a la naturaleza. De repente, extrañé mucho a Namjoon. Estaba segura de que estar en un lugar como este le hubiera fascinado.

— ¿Le dirás a Jungkook? — preguntó Tae, que se estaba colgando su cámara en el cuello.

— ¡Intentaré despertarlo! — conteste en voz alta, pues ya había llegado al segundo piso.

Camine por el estrecho pasillo hasta llegar a la habitación y me dirigí directamente a mi mochila para sacar algo de ropa y empezar a cambiarme. Una camiseta rosa pálido y unos shorts de mezclilla de color claro.

— Eh, Jungkook — lo llame mientras me apresuraba. — Iré con los demás a dar una caminata, ¿quieres venir con nosotros?

Pero no obtuve más respuesta que un balbuceo que me indicaba que, si bien me había escuchado, no estaba lo suficientemente despierto como para haber entendido lo que le había dicho. Me acerqué a él mientras me amarraba el cabello en una coleta de caballo pero no pude lograr que reaccionara. Estaba plenamente dormido y me dio pena seguir insistiendo, así que solté un suspiro de resignación y le bese la frente como despedida para después ir al baño a cepillarme los dientes y enjuagarme el rostro para despabilarme por completo.

— ¡Listo! — salí de la cabaña, pues todos me estaban esperando debajo del cielo despejado. Antes de salir, había tomado una botella de agua y una barra energética para calmar mi hambre en el camino. — Jungkook está como un tronco, no logre despertarlo.

andrómina • jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora