andrómina • jjk ✔️

36. ma city

El aire frío me golpeo el rostro una vez que estuve fuera del edificio. Trote hasta el auto estacionado a solo unos cuantos espacios de la puerta y alcance a Jungkook, que estaba metiendo mi pequeña maleta en el asiento trasero.

— ¿Lista? — preguntó, a lo que asentí. Había revisado al menos tres veces mis cosas para asegurarme de llevar todo lo necesario. — De verdad quería pasar este día contigo.

— No actúes como si no me fueras a volver a ver — reí, poniéndome de puntillas para alcanzar a darle un beso rápido en los labios.

Antes de que pudiera dirigirme al asiento del copiloto, el chico me tomo de las mejillas y volvió a fundir nuestros labios en un beso, esta vez mucho más largo. Aun cuando me había tomado desprevenida, no tarde en corresponderle. Sentí el apacible y delicado tacto de sus dedos en mi rostro y, casi como un acto reflejo, lo jale de la camiseta para eliminar cualquier tipo de distancia entre nuestros cuerpos.

Cuando dejo escapar de sus labios un suave suspiro, se dejo caer sobre al auto, apoyando su espalda contra una de las puertas, mientras se aseguraba de mantenerme cerca suyo con el agarre de sus manos. Le pase las mías por el cabello y sentí como sus labios formaban una pequeña sonrisa, lo cual me hizo querer cancelar el plan y mejor quedarme aquí para no tener que separarme de él por tantos días.

Namjoon podía pasar un poco de tiempo más sin verme, ¿no?

— Vamos, hay que evitar el tráfico — dijo, una vez que se separó de mi. Solté un sonido de queja cuando deje de sentir sus labios contra los míos, pero lo seguí al interior del auto, pues sabía que la hora de salida del tren cada vez se acercaba más.

Al día siguiente de haber llegado del bosque, recibí un email de la página web en donde había reservado mis boletos de ida y vuelta a Ilsan, donde me hacían saber que se había desocupado un lugar dentro de un viaje un día antes del que me iría originalmente. Sin dudarlo, lo tome, pues me emocionaba la idea de sorprender a Namjoon.

Al llegar a la estación, Jungkook camino junto a mi hasta el mostrador en donde debía entregar mi boleto, para después ir a buscar mi asiento. Él no podía ir más allá de la línea roja en el suelo que indicaba el inicio de una nueva sección.

— Te veré en una semana — dijo, mientras me pasaba la maleta que se había ofrecido a llevar por mi.

— Una semana — repetí, recordándome a mi misma que no era tanto tiempo.

— Una semana — sonrió, para después envolverme en un abrazo. Cerré los ojos al enterrar mi rostro en su pecho, y él me estrechó con fuerza.

Tercera llamada para el tren con destino a la estación de Ilsan, con salida a las 13:00 horas, dijo una voz mecanizada a través de un altavoz.

Nos separamos al escuchar el anuncio y, antes de que Jungkook pudiera decir algo, me eleve de nuevo sobre mis puntillas y le besé los labios delicadamente. Me regreso el beso sin rechistar y me acaricio el cabello.

— No me vayas a olvidar — bromeé, dándome vuelta para ir al mostrador y entregar mi pase.

Un chico que no debía ser mucho más grande que nosotros recibió mi boleto y lo pasó por la pequeña máquina frente a él.

— Avísame cuando llegues — suspiro Jungkook, sin moverse de su lugar.

Le di un último vistazo antes de cruzar la línea roja. Sabia que una semana en realidad no era mucho tiempo y que Jungkook no iba a desaparecer una vez que volviera, pero aún así, me sentía extrañamente apegada a él y la verdad era que me entristecía bastante saber que no lo vería en varios días.