andrómina • jjk ✔️

44. tear

Por unos segundos, no se escuchó nada además de mis sollozos. Mis ojos seguían cerrados pero me sentía incapaz de abrirlos debido a que mis párpados se sentían demasiado pesados. Sentía miedo, puro y espeso, corriendo por mis venas.

Intenté pronunciar el nombre de quien temía hubiera recibido aquel disparo, pero solo me quede ahí, inmóvil y temerosa.

— ¡Eres un puto malnacido! — escuché que alguien gritó.

Deje salir en un acentuado suspiro el aire que había estado sosteniendo y por fin conseguí el valor suficiente para abrir los ojos.

La sensación de alivio que afloró de mi interior cuando vi a Jungkook ileso, de pie en el mismo lugar, no tenía igual. Fue como si mi organismo hubiera recordado lo que era respirar.

La bala que había salido del arma de Seung había ido a parar contra una pared, sin causar daño a nadie. Aún así, el chico seguía apuntando la boca del arma hacia Jungkook.

— Yun, ven acá — me ordenó Seung.

Lo mire dudosa.

— ¡No pienses en mí, joder! — gritó Jungkook. — Ve con los demás, Yun, solo corre-

— ¡Si no vienes te juro que esta vez no me va a fallar la puntería! — me grito Seung.

— ¡Que no te falle, maldito imbécil! — gruñó Jungkook, lanzándose hacia Seung, quien lo volvió a empujar contra la pared. — ¡A ella déjala tranquila de una jodida vez!

— No me hagas contar hasta tres, Yun — siguió hablando Seung, ignorándolo.

Casi en modo mecánico, mis pies comenzaron a moverse hacia él. Sin importar el miedo que provocaba en todo mi ser, estaba consiente de que si no hacía lo que me ordenaba, todo terminaría de una forma catastrófica.

— Yun, mierda... — Jungkook me miro, con ojos suplicantes. — No hagas esto, por favor.

Pero seguí acercándome a Seung hasta que le fue posible agarrarme del brazo, tan brusca y fuertemente que sentí un dolor inmediato.

Seung se aseguró de no descuidar la dirección en la que apuntaba la pistola para que Jungkook no se atreviera a hacer ni un solo movimiento y, de a poco, nos fuimos alejando.

— ¡Yun! — lo escuché gritar, intentando llamar mi atención como si me encontrara dentro de un trance. — Con un demonio... ¡Yun!

La mirada de Jungkook me rogaba que no me fuera, pero ya no había nada que hacer. Con el entrecejo fruncido y la boca entreabierta, me observo como si lo estuviera haciendo por última vez.

Y quien sabe, tal vez lo seria.

Quise decirle que lo amaba, pero no fui capaz de encontrar mi propia voz.

— Si me doy cuenta de que nos estás siguiendo voy a enterrarle una bala en la cabeza. — Seung se dirigió a Jungkook, causándome escalofríos  en todo el cuerpo. — Estas advertido.

En eso, Seung golpeó a Jungkook con el arma, justo en la cabeza, haciendo que cayera al suelo debido al dolor. Un involuntario grito salió de mi boca y por instinto hice un intento de acercarme a él, pero el agarre de Seung se intensificó a medida que nos empezábamos a alejar. Escuché algunos alaridos por parte de Jungkook mientras nos alejábamos escaleras abajo. Seung me apresuro para bajar hasta el primer piso, sin descuidarse las espaldas en caso de que alguien pretendiera detenerlo.