andrómina • jjk ✔️

41. love is not over

Sana, Subin y yo nos encontrábamos dentro del elevador del edificio de Minho, el amigo de Tae que daría una fiesta en su casa. Después de que las puertas se abrieran, los tres salimos hacia el pasillo y nos dirigimos hacia la puerta ubicada en el fondo del mismo.

Apartamento no. 26, en el último piso, justo como nos lo había indicado Taehyung.

— Parece que se las han arreglado para iniciar la fiesta sin nosotros — bromeó Subin, pues el interior del departamento parecía estar a punto de explotar por el volumen tan exagerado de la música y por el ajetreo que desde aquí fuera se alcanzaba a percibir.

Mientras Sana tocaba el timbre, me pregunte cómo  había sido que el anfitrión había logrado conseguir la aprobación de sus vecinos para lanzar este tipo de evento dentro del edificio, pues dudaba que a la gente le hiciera mucha gracia que el ruido de una fiesta se traspasara a sus hogares por medio de las aparentemente delgadas paredes.

Luego de unos segundos, la puerta fue abierta por una chica a la que se le notaba en el rostro que ya llevaba varios litros de alcohol encima.

Luego de dejarnos pasar y de balbucear algo, se fue junto a un grupo de chicas, dejándonos a la deriva para poder explorar la fiesta por nuestra cuenta. Entre los tres nos dirigimos miradas un tanto inseguras pero seguimos caminando por el departamento hasta encontrar a alguien cuya cara nos resultara conocida.

— ¡Eh, chicas! — escuchamos una voz familiar a nuestras espaldas. — Y... chico.

Caminamos hasta la cocina para encontrarnos con Taehyung, quien nos había llamado, y con Hoseok, que estaba sentado sobre la isla de la cocina con una botella de soju en la mano.

— Hola — salude, feliz de verlos.

— ¿Qué hay? — saludó Hobi, ofreciéndole una mano a Subin para chocar sus palmas.

La noche anterior Subin se había ganado una aprobación unánime por parte del grupo, pues se acopló muy bien al sentido del humor de los chicos y, además, era encantador. Estudiaba la carrera de derecho y estaba por terminarla, pues era casi dos años mayor que todos nosotros.

— ¿Llevan mucho aquí? — preguntó Tae.

— Recién llegamos — le hizo saber Sana. — Y por lo visto algo tarde, porque ya todos están un poco hasta el culo de borrachos.

— ¡Que va! — exclamó Taehyung. — Para estar en una fiesta de Minho, esto no es nada.

Mire a mi alrededor para darme cuenta de que, en efecto, la mayoría de las personas parecían estar ya bastante tomadas.

— Yun, te veo algo diferente — hablo Hobi. — ¿No te hace falta un bulto de dos piernas y dos brazos que siempre va pegado a ti?

— Ya-ah — me queje. — ¿Qué dices?

— Ya sabes — siguió diciendo, — alguien cuyo nombre empieza con Jung y termina con Kook.

Por el tono rojizo de su cara, supe que los tragos ya se le habían subido a la cabeza.

— Jungkook tuvo que ir a recoger a Jimin porque a alguien — exagere un ademán hacia Tae, — se le olvidó que debía ir por él antes de venir para acá.