Al llegar de nuevo al departamento, estaba igual de silencioso que antes.
Encontramos a papá sentado en la pequeña mesa del comedor, con una taza de café entre las manos. Al vernos entrar, se levantó y se sacudió los pantalones. Se veía nervioso.
Mire a Namjoon, quien a su vez, me veía atento. Como si estuviera preparándose para cualquier reacción que pudiera llegar a tener.
En medio del silencio, me senté en una de las sillas y me limité a inspeccionar al hombre frente a mi. Él seguía de pie, pero después de intercambiar unas miradas llenas de duda con mi hermano, volvió a tomar su lugar.
Namjoon se sentó junto a mí.
— Hija — estiró su mano hacia mí, pero por mero instinto, retire la mía de la mesa y la coloque sobre mi regazo. Papá pareció triste ante mi gesto, pero no sorprendido. Asintió débilmente y sus ojos revolotearon nerviosos por la habitación, para luego volver a centrarse en mí. — Yo... lamento haberte sorprendido así.
No respondí.
— Namjoon me dijo que estás estudiando en Seúl y que te está yendo muy bien — me dijo, como si fuera un vecino intentando hacer una conversación casual después de haber venido a pedir una taza de azúcar. Sentí que la sangre me hervía por dentro. — No pude evitar sentirme orgulloso de ti. De niña siempr-
— ¿Crees que quiero hablar sobre cómo me ha ido en la vida? — lo corte, brusca.
Papá suspiro y se miro las manos. A mi lado, mi hermano se pasó los dedos por el cabello, cosa que hace cada vez que se siente incómodo o cuando no está seguro de que hacer.
— Lo siento... yo... — buscó mi mirada, para luego recorrerme el rostro con la suya. — Es que, pensé que tendría un poco más de tiempo para... pensar en qué decirte, exactamente.
— ¿No te bastaron estos últimos años? — los ojos me ardían, pero no quería llorar en frente suyo. Eso si, no pude evitar que mi voz sonara rota. Al caminar hasta acá, pensé que él me diría justo lo que yo necesitaba escuchar; algo que me diera consuelo por todo ese tiempo en el que tuve que arreglármelas sin un padre, pero en cambio, solo me hablaba de la puta facultad...
— Yun — susurró Nam. — Si no quieres hacer esto, no tienes que seguir. No pienses que porque yo-
— Nunca voy a poder compensarlos por todo lo que les hice pasar — papá lo interrumpió, con un tono que me sonó casi desesperado. Como si estuviera aprovechando su última oportunidad. Y, al verlo ahí sentado, con esos ojos tan exasperados, supuse que lo era. — Quiero que sepas que no me tome a la ligera mi tratamiento y que no hay un solo día en el que no me arrepienta de todo el daño que-
— ¡El último día que te vi estuviste a punto de golpearme! — grite, por fin pudiéndome sacar del pecho aquello que me atormentaba tanto, mientras reproducía aquellos momentos en mi cabeza. Sin parar, como si fueran una película en cámara rápida. Los gritos, el alcohol, los moretones...
— ¡Y apenas puedo mirarte a la cara debido a ello! — exclamó, con los ojos cristalizados. — Ese no era yo, Yun. Este... — se llevó una mano al pecho, — ... este soy yo. Y te amo, los amo a los dos — intercalo su mirada entre mi y Nam, en la silla de al lado. — Y estoy dispuesto a hacer lo que sea para poder estar con ustedes de nuevo.
Siseé al escucharlo, intentando mantener la compostura.
— Nos dejaste solos, por completo... tú... — hice una pausa para intentar controlar el nudo en mi garganta, pero aún con eso, las lagrimas se acumularon en mis ojos. — ¡Pasamos todo el funeral de mamá recibiendo condolencias de extraños y tú no estabas ahí! ¿Te habría pesado tanto ser lo que eras? ¡¿Tanto te costó ser un padre?!
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andrómina • jjk ✔️
FanfictionKim Yun y Jeon Jungkook nunca se habían llevado bien. Ponerlos juntos era la receta perfecta para el desastre, pero cuando se dan cuenta de que pueden ayudarse mutuamente... El engaño empieza. • terminada • jeon jungkook • heterosexual • 100% origi...