05. save me

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Semanas después, estaba sentada en una grada fuera de mi facultad, en la espera del inicio de mi próxima clase. Estaba sola porque Sana si tenía una materia durante mi hora libre.

Jungkook y yo habíamos seguido actuando. Algunas veces en frente de Seung, otras de Chaeyeon, pero la mayoría en frente de los chicos y de Sana.

Seung no había vuelto a ir a buscarme a casa y en la escuela no se me acercaba mucho. Aunque no me lo había encontrado yo sola... siempre estaba con Jungkook cuando me topaba con él. De alguna forma, me sentí más tranquila por llevar días sin hablarle.

Chaeyeon, por otro lado, siempre que nos veía decía algo grosero hacia mi y la verdad es que ya no la soportaba. Ni siquiera se esforzaba por recordar mi nombre, pues siempre me llamaba cosas diferentes.

Saque una manzana de mi mochila y empecé a comerla. Tenía un libro en mi regazo, estaba leyendo un poco sobre la clase anterior.

Cuando iba a media fruta y medio capítulo, recibí una llamada.

— Hola, Nam — salude.

— Yun, ¿cómo estás?

— Eh, bien.

Había decidió no contarle nada ni de Jungkook o de Seung. No quería que se preocupara mucho por mi y tampoco quería meterlo en la mentira del siglo.

— Yun... — suspiro, e hizo una pausa, para buscar las palabras adecuadas, tal vez. — No te asustes. No pasó nada, pero... Papá vino a buscarme al taller.

Sentí una presión en el pecho.

— Pero, pensé que se había ido a Incheon...

— Pues volvió — siguió diciéndome. — De otra forma no te lo hubiera dicho, pero insinuó que también quería buscarte a ti.

— ¿Qué? ¿Para qué?

— Quiere hacer las paces, supongo.

— ¿Las paces? — pregunte, enojada.

— Se veía limpio, Yun.

Recordé el día que Namjoon y yo nos fuimos de casa. Papá estaba en el sillón, dormido, con una botella en la mano y otras cinco en el suelo, vacías. También recordé cómo se veía nuestro refrigerador cuando todavía vivíamos con él. Siempre había más alcohol que comida.

Los moretones en la piel de mi hermano aparecieron en mi mente. Los gritos, los insultos...

— No me importa — dije.

— Eso pensé — Namjoon suspiro al otro lado de la línea. — Solo crei que debía decírtelo. No sabe donde vives, no te preocupes. No le dije nada. Pero pensé qué tal vez podría conseguir tu número preguntándole a alguien más por aquí... solo quería que estuvieras preparada.

— Gracias.

— No le dije que lo perdonaba, pero si que necesitaba tiempo.

— Eres demasiado bueno — rodé los ojos.

— Es nuestro papá, Yun.

— Dejo de ser mi papá el día que salí de su casa.

— Yun.

— Tú eres mi única familia, Nam. No me importa nadie más.

Solo recibí silencio como respuesta, hasta que Namjoon volvió a suspirar.

— Debo irme, llegó un cliente.

— Adiós — dije.

— Adiós , Yun, te quiero.

andrómina • jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora