Capítulo 21: Pelea de Gatas

5.6K 441 74
                                    

Derian estaba parado en medio de la habitación, me daba la espalda, mientras Dan le apuntaba con su revolver directo en la frente.  Ambos estaban agitados y hasta ese momento, solo podía ver el rostro de Dan, el cual estaba sangrando de su labio inferior y empezaba aparecer un moretón en su ojo derecho. La lucha campal había sido descomunal, porque había papeles rotos, como si alguien los hubiera despedazados y tirado por la habitación. A parte de las manchas de sangre y los pedazos de vidrio de la botella de whisky, que adornaban la alfombra persa de color beige.

Estaba paralizada.

 <<¿acaso Dan Sería capaz de matar a su propio hijo?>>

Rina en un costado estaba sollozando, mientras Viktor la abrazaba y la consolaba.

—¡¿En serio serías capaz de tirar todo al carajo por una perra?! —cuestionó furioso Dan.

—¡¿Acaso tú no hiciste lo mismo?! —Atacó Derian riéndose como un demente —Dan, en mis venas corre la misma sangre podrida, no vengas con mierdas como esas. Esa perra es mi problema.

—¡Teníamos un trato maldita seas! ¡no puedes darle la espalda a la familia! —bramó Dan —si la eliges, olvídate que tienes un padre.

—¡nunca he tenido uno! —encaro rabioso — ¡Y mátame ya! o trágate todas tus putas amenazas, porque me estás haciendo perder el tiempo.

Dan le dio una media sonrisa y de mí se apodero un escalofríos aterrador.

Soltó el seguro de su revólver y lo presiono en la piel de la frente de Derian. Esté último ni se inmuto, no le tenia temor a la muerte, pero de mi, si se apodero un miedo indescriptible.  

—¡no! —Intervine —por favor no lo hagas —suplique temblando.

Pero cuando hable, Rina me vio y su cara se descompuso, corrió hasta llegar a mi lado y agarró con mucha fuerza un puñado de mi cabello, mechoneando me, que de la rabia que ella tenía, mi cabeza estaba ladeada a un costado y mi cuero cabelludo dolia por los jalones que ella ejercían. Puse mi mano en su muñeca para detenerla, pero su energía era mayor.

—Suéltame —dije alarmada.

—¡Esto es toda tú culpa maldita perra, nunca debiste aparecer! —Chillo rabiosa. —Te voy a matar, prometo que te voy a matar... Me voy a encargar de hacerte desaparecer para siempre.

Derian se dio vuelta y cuando sus ojos se encontraron con los míos, se puso rígido y pude ver como apretaba los puños y su mandíbula, la ira se iba apoderando de él, pero solo alcanzo a dar algunos pasos para ir en mi ayuda, cuando Viktor lo detuvo con una clara advertencia.

—Vuelves a tocar a mi hija y juro por la memoria de mi esposa que mato a tu juguete. —Amenazó furioso.

Justo al terminar de escuchar esa frase, supe que nadie se metería. Dejarían que está loca me diera una paliza.

Gimoteé de dolor, porque sentía que me estaba arrancado cada hebra de mi cabello.

Pensé en lo falsa y descarada que era Rina, después de follarse a Dan, estaba montando un espectáculo digno de un Oscar.

Eso me motivo lo suficiente, que noté algo extraño que recorrió mi cuerpo, sentí una adrenalina que me dio una vitalidad desconocida para mí, no sé de donde, pero me llene de valentía y fuerza. No perdí más tiempo y con una de mis manos agarre su cuello, enterrando mis uñas en él y ejerciendo presión para que se ahogara. Rina dio un quejido lastimero y me soltó el cabello al sentirse sin aire.

Comenzó a toser, para recuperar el oxígeno. Se recompuso y me miró con odio. Pero no vi venir su movimiento, cuando me dio una bofetada que sonó seca retumbando en el silencio de la habitación. Di vuelta mi rostro por el impacto de su fuerza, sentí el dolor punzante en mi mejilla, era como si me hubieren clavado miles de agujas y ese adormecimiento que me recorría desde la frente al mentón, tenía la mano pesada.

Eternamente Nosotros [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora