Capítulo 30: Volviendo al principio

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Derian

—Hoy vienen los Kolin y otros cercanos a cenar, espero que te comportes y arregles el compromiso. —avisó Dan entrando al despacho sin tocar.

Ni lo mire y seguí concentrado en el montón de documentos que tenía en mi escritorio.

— ¡Que disfruten la velada! Ahora sal que tengo mucho trabajo —exigí haciendo un gesto con la mano para que se retirara.

Los hoteles se estaban expandiendo e iba a necesitar muchísima más gente para que se encargaran de la administración de cada uno. Estaba entrando dinero por todos lados, tanto de los hoteles, como de los prostíbulos y el tráfico de armas. Ya no estábamos dando abasto. Necesitaba gente de confianza a mi lado y eso era lo que menos tenia en este momento.

Dan no pensaba rendirse, así que se sirvió una copa de brandy y se sentó frente a mí.

<<¡Qué puto fastidio! >>

—Hijo es tu oportunidad de arreglarlo, no me falles. —sugirió pasivo tratando de persuadirme.

—No quedamos en que yo me haría cargo de ese asunto —siseé conteniéndome y lo miré con desprecio, su presencia me descomponía el genio.

—Si, pero a falta de que estas descuidando el negocio y estas entretenido con otras cosas, tengo el deber de intervenir, porque no pienso perder ni la reputación, ni la confianza y ni un gramo de oro por culpa de tus calenturas.  

<<Entendí a la perfección su indirecta>>

—¿Por qué no le pegamos un balazo a los dos y ya? 

— ¡No! —Contradijo seguro —eso haría que todos desconfiaran de nosotros y no podemos perder votos importantes en el liderazgo, me interesa que nos vean como una familia confiable y leal.

—Lo que menos somos. —Carcajee y añadí —¿Y a quién le importa los malditos votos? no son necesarios, si ya todos me temen.

— ¿a ti parece que la perra te comió el cerebro? —Se cabreo dándome una mirada gélida. —Que no entiendes que el dinero y el miedo que te tienen no son suficiente... ¿qué crees que pasaría si todos los clanes se unen?

Yo apreté los dientes y el lápiz que sostenía. 

—Los hacemos joder a todos. —conteste seguro y frío.

—¡Claro, es tan fácil para ti! pero yo no pienso arriesgar la paz que hemos logrado, por tu capricho.

—Deja de involucrarla en esto...

—Te vas a casar y punto. —Me interrumpió —esa es mi decisión y después haces lo que se te pegue la gana... así que por tu bien contrólala esta noche, porque no pienso perdonar otra imprudencia de su parte.

— ¿Me estas amenazando?

—Tómalo como quieras, pero ya estas advertido... y el que advierte no traiciona, mi león. 

Dan se paró, tomándose toda el líquido que tenia el vaso y salió dando un portazo de mi despacho.

Golpee la mesa y me pare a servir un vaso de whisky.

<<¡Maldita sea tendría otro puto dolor de cabeza!>>

Las horas transcurrieron entre papeles, lecturas y firmas de contratos de compra y venta, pero mi mente no dejaba de pensar en que esas dos se odiaban, a pesar de que se habían visto una vez en la vida, ahora estaba seguro que si las juntaba, se terminarían sacando los ojos.

Eternamente Nosotros [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora