Capítulo 2: Por la Familia

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Amanda Jones siempre fue una mujer protectora en todo sentido, mi madre fue mi referente para la gran mayoría de las cosas, era una persona muy afectuosa, y no solo conmigo, sino con el mundo entero, en lo único que defería con ella, es que siempr...

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Amanda Jones siempre fue una mujer protectora en todo sentido, mi madre fue mi referente para la gran mayoría de las cosas, era una persona muy afectuosa, y no solo conmigo, sino con el mundo entero, en lo único que defería con ella, es que siempre estuvo en la sombras de papá. No brillaba con luz propia, aunque yo veía todo su potencial, simplemente se limitaba a hacer lo que papá dijera.

Daniel Martínez, mi padre, era el que tomaba las últimas decisiones en todo, y ella se sometía a ello. Él era un hombre estricto, serio y reservado pero que constantemente se esforzaba para darnos un bienestar estable. Cuando me mandaron al internado, mi madre no quería que fuera, ella argumentaba que era muy pequeña, pero mi padre fue el que decidió.

Decisiones eso era lo que pasaba por mi mente en este momento. ¿Qué tipo de decisiones habían hecho mis padres para estar en esta situación?

Recordé otro momento... dicen que cuando sientes la muerte, tu vida entera pasa en menos de un minuto. <<Era cierto>>

¡Mami! ¡mami! corrí a los brazos de mi madre Amanda y pregunté  ¿por qué a algunas personas le pasan cosas malas?

Cariño me dijo y acaricio mi pelo a las personas no le pasan cosas ni buenas ni malas, solo son consecuencias de sus propios actos, de sus acciones y tú o en este caso ellos deciden como les afectan, si positiva o negativamente, está en ti decidir.

Nuevamente decisiones... todo tu existencia se trataba de eso, y luego de tomar una, solo te quedaba atenerte a las consecuencias, y determinar si eran positivas o negativas.

Era una cría cuando mencionó eso, en aquella oportunidad no lo entendí, pero estaba segura que ahora tampoco, si, en ese instante consideré que era un mal consejo, porque lo que mis ojos percibía era realmente malo, sabía que nada afable podía sacar de ello, por eso supongo que en ese jodido segundo decidí ser negativa.

<<Mentira... este era la cruda realidad>>

—Martínez ¿Quién es esta preciosura? —habló un hombre joven, al mismo tiempo que otro se situaba detrás de mí, apuntando mi sien con su arma de fuego.

Miento si digo que no sentí terror por lo que observaba, mi estómago se revolvió tanto, que me dieron nauseas otra vez. Cada vez que me ponía nerviosa me daban ganas de devolver todo lo que había comido.

Mi padre estaba sangrando, su cara estaba casi deforme, sus ojos ya estaban amoratados, y estoy segura que apenas veía, pero cuando me diviso, abrió sus ojos de asombro y percibí su miedo recorrer las venas. Estaba sentado quejándose con una de sus manos atadas en su espalda, y la otra la tenía encima de una mesa. Chille cuando me percate que le había desmembrado dos dedos, la mesa estaba completa cubierta de ese líquido viscoso... lo estaban torturando. Un hombre lo tenía encañonado por la nuca y el otro estaba a una distancia apuntándole también.

Eternamente Nosotros [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora