Capitulo 59: Sentimiento de culpa (Parte uno)

5K 324 34
                                    

Eily

—Vine por ti —me dice Derian al oído cuando se remueve inquieto para que le suelte del abrazo en que lo tengo atrapado. —Tomaré una ducha y... —duda.

—Estoy segura de lo que quiero hacer —le susurro bajito para que solo él escuche soltándolo. 

Viene sucio y manchado de sangre, pero verlo me infunde esa valentía que siempre me ha faltado.

Agradezco tanto que haya ido por mí, que haya movilizado el cielo, la tierra y el infierno para encontrarme. Quizás fue tarde, pero estuvo ahí, dándolo todo para que volviera a él y eso siempre lo guardare en mi corazón.

Lukyan y Dimitri salen de la habitación sin decir nada, mientras Derian se va al baño.

Me acerco al closet para tomar mi sweater blanco de manga largas, mi mini falda de cuero negra y me instalo las medias y los botas con taco del mismo color. El cuero de mi calzado me abraza las piernas torneadas llegando hasta la mitad de mi muslo.

En el espejo se ve mi reflejo mostrándome los signos de maltratos a los cuales fui sometida, ha pasado una semana y los moretones de mi rostro siguen intactos, sin embargo no quiero que me vea derrotada, aunque me sienta muerta por dentro, no le voy a dar el lujo de sentir satisfacción sobre mí.

Me maquillo ocultando las marcas violáceas y me pinto los labios de rojo. Saco mi abrigo y espero a Derian sentada en el sillón en forma de L que tiene nuestro cuarto.

Sale de la ducha, envuelto en una toalla azul. Su mirada me dice que no está de acuerdo con mi decisión. Quiere evitarlo, pero no puede, porque creo que necesito hacer esto por mí misma, sin su protección.

—¿Estas segura de que quieres... —vuelve a cuestionarme. 

—Derian no pienso retractarme —sentencio interrumpiéndolo —Mi decisión está tomada, esto es lo que quiero y lo que voy hacer, aunque tú no estés de acuerdo.

Él me da la razón, pero su rostro sigue con esa actitud de que no está para nada convencido. Me acerco para dejar un beso en la comisura de su labio, sin embargo lo siento distante y ajeno.

—Te espero abajo —aviso saliendo de la habitación con una punzada en el pecho y con mi abrigo en la mano.

Al bajar las escaleras, no encuentro ni a los gemelos ni al primo, por lo que salgo a la entrada de la mansión. 

Hay un cielo tan gris con una niebla espesa que me hace abrazarme encontrando algo de calor. <<Carajo debí ponerme ropa más abrigada>>  Me pongo encima de mis hombros el abrigo. El invierno azota mis huesos al ver el jardín que está teñido de blanco por la nieve que ha caído.

Un Jeep negro con ruedas gigantes esta estacionado y Black aparece en mi campo de visión. Me agacho para acariciarlo, viene vestido con una capa de colores, pareciera que en una semana ha mutado. Me ladra y me mueve la cola, para después internarse a la mansión con todas las patas mojadas.

Me rio sola, porque Derian al principio parecía reacio de adoptarlo, pero ahora, no puede vivir sin él.

Respiro hondo con el fin de tranquilizarme, pero el frio congela mi nariz y un revoltijo de emociones se centra en mi vientre. Trato de no pensar, pero mentiría si digo que no tengo miedo, porque lo tengo y mucho.

No sé cómo reaccionaré al estar frente a él, porque su rostro me sigue perturbando, pero no quiero ser débil, no más, quiero demostrarle que un simple mortal como ese bastardo, no basta para derrotarme. No basta para verme hundida, aunque haya pisoteado mi dignidad.

Eternamente Nosotros [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora