Has sentido esa sensación de estar bajo el agua, y que no puedes respirar, que prácticamente te estas ahogando o que algún momento todo se detiene como si en realidad se parara el tiempo, pero los minutos, las horas siguen avanzando. Eso mismo sentía yo en este instante. Estaba conteniendo todo el aire en mis pulmones. No respiraba.
Seguía encima del chico, nuestras piernas estaban enredadas y el calor que desprendía su cuerpo no me dejaba reaccionar, después de lo que le dije, me había quedado inmóvil.
Estaba cautivada, sobre todo con sus ojos los cuales me llamaban la atención de una manera peculiar, su extraña combinación de colores y más aun lo que reflejaba en ellos, inocencia y a su vez maldad.
<<¿Acaso eso era posible?>>
Daba por hecho, que sus ojos tenían algo de brujería, como si fuera una especie de mago que me tenía hipnotizada.
<<¡Eily Reacciona! ¡Eily reacciona!>>
Cuando salí de mi estado de conmoción —que fueron largos minutos— me intente parar de inmediato, aún seguía aturdida, su presencia me afectaba, pero en el proceso fui tan torpe que...
<<Muero de vergüenza ¿en serio Eily?>>
No podías apoyar una de tus manos en el suelo, hasta en sus hombros o piernas era más viable, pero no, tenías que apoyarla en su miembro. ¡Mierda!
Había apoyado una de mis manos en su miembro, aplastándolo en el acto de levantarme, el chico misterioso solo hizo una mueca de dolor, y yo inmediatamente saque mi mano de aquel lugar, me pare alejándome de él. Sentí mi cara arder, estaba segura que hasta mis orejas hervían —mejor dicho mi cuerpo completo— Él también se levantó sin ninguna dificultad.
Trágame tierra... justo cuando iba a pedir perdón, porque de verdad no fue intencional...
— ¿Te complace lo que tocaste? —Formuló el chico misterioso con su sensual voz ronca.
— ¿Qué? —dije incrédula.
— ¿Qué si te complace...
—Te escuche imbécil, no tienes que repetirlo —lo interrumpí, no quería volver a oírlo.
—Tú preguntaste —hizo una pausa como si me estuviera analizando —pero por tu sonrojo deduzco que te gusto tocarlo —afirmo, mordiéndose el labio — ¿No es así?
Que cresta le pasaba... ¿acaso estaba jugando conmigo?
—Mira chico misterioso —no titubeé —no sé quién eres ni tampoco me interesa saberlo, solo fui torpe y ya. No es como si me fascinará estar tocándote —me cruce de brazos —¡Que tipo más egocéntrico eres! —bufé.
Me miró con un semblante divertido, se acomodó su traje negro, y se acercó a mí lentamente —en mi mente solo recreaba la imagen de un león acechando a su presa— automáticamente di pasos hacia atrás, poniendo me en alerta, este hombre tenía un aura rara que me inquietaba. Llegue a chocar con la pared, acorralándome; él me seguía mirando, sus ojos estaban fijo en los míos, ni siquiera parpadeaba y yo tampoco cedía, no pensaba bajar mi mirada, aunque estuviera abochornada, levanto su mano derecha para acomodar un mechón de mi cabello detrás de la oreja y se inclinó... justo cuando me iba a susurrar algo, sentimos unos pasos.
Por instinto ambos nos separamos.
Cuando vi llegar a Alek mi mundo se helo, había olvidado escapar y todo por culpa de mi mágico encuentro con el chico misterioso, ahora sí que sería un cadáver andante.
La libertad había estado tan cerca, unos pasos más y estaban las escaleras que daban pase a... a quien quiero engañar, aunque hubiera escapado estos hombres me hubieran buscado por cielo, mar y tierra, esta gente era así, criminales sin reparo que solo le interesa el dinero y el poder. La única alternativa era liquidar tu deuda o morir... pero incluso si pagabas, ellos tenían la licencia de asesinarte.
Alek estaba furioso, y en un impulso sostuvo mi brazo tan fuerte, que me preocupe, seguro que me dejaría morado.
—Alek yo..
— ¡¿Qué carajo pensabas hacer?! ¡Que no te explique las reglas niña! —bramó cerca de mi rostro —¡ahora tendrás que a tenerte a las consecuencias! —me estaba estrangulando el brazo, y me dolía mucho, pero no pensaba dejarme atemorizar.
—Alek no es lo que tú crees —sentencie segura. Mentiría si era necesario, odiaba hacerlo, pero en esta situación que más podía hacer, solo quedaba sobrevivir.
—¡Cállate maldita puta! —contraataco —no soy estúpido, se perfectamente lo que pretendías hacer.
Estábamos sumidos en la discusión, cuando sentimos un carraspeó, y ambos miramos en dirección hacia la persona que había realizado dicho sonido, por un momento me había olvidado de él, y me había concentrado en mi jodido problema.
Pero me desconcertó al verlo, este hombre tan varonil, ya no parecía divertido ni relajado. Su semblante estaba serio —demasiado para mi gusto— y la cicatriz que tenía en el rostro lo hacía ver algo aterrador, además su mirada ya no brillaba y se había endurecido tanto que lo hacía parecer cruel. Era como si fuera otro.
Alek cuando lo vio palideció, puedo jurar que vio su sangre ser esparcida por este sucio suelo, soltó el agarre de mi brazo e inmediatamente agachó la cabeza, y me dio un codazo para que hiciera lo mismo.
No le hice caso para variar, no pensaba agachar mi cabeza, menos por el idiota ese.
Además estaba hipnotizada nuevamente, no podía dejar de mirarlo, pero el chico misterioso no me miraba, me ignoraba completamente. Sus ojos solo estaban clavados en Alek, intimidándolo, supuse que este hombre tenía un rango más alto o era aún peor, porque, Alek ya era despiadado y por la forma en que había tratado a mis padres, era obvio que no se acojonaba por nada. Estaba dispuesto a todo. Pero solo con ver a este chico, este último se había vuelto endeble.
Si Alek le tenía respeto y miedo... ¿entonces en que me había metido? Yo le dije que era un imbécil y egocéntrico... ¿sería capaz de tomar mi vida por ese inofensivo insulto?
—Se- señor yo...—Alek tartamudeó y permaneció con la mirada en el suelo.
—Alek que no se vuelva a repetir —dijo con voz implacable.
Miraba la escena como si no lo pudiera creer, estaba tan impresionada, ya que Alek en verdad lo estaba pasando mal y solo por la presencia del chico. No lo dudo, el chico misterioso se veía un poco perturbado, pero a mí por extraño que pareciera no me asustaba. Luego de decir eso y finalizar la conversación, se retiró sin mirar a ninguno de los dos, solo se dio vuelta y desapareció por los pasillos. Así como si nada.
<<Que tipo más extraño>>
—Maldita niña, casi pierdo mi cabeza —declaró Alek soltando todo el aire contenido en sus pulmones.
—¿De verdad estabas conteniendo el aire? —me reí, estaba nerviosa y necesitaba bajar la tensión del momento — ¿Quién es? —no pude detener la pregunta.
—No deberías reírte en esta situación niña bonita, estas en problemas, y no preguntes más.
Estaba en problemas, lo sabía, pero me negaba a verme débil. Además con Alek tenía algo de confianza, tenía que darle merito, todo este tiempo me había tratado relativamente decente. A excepción de esta vez, que estaba segura que me dejaría un cardenal en el brazo.
Solo me quedaba afrontar las consecuencias que se aproximaban, por culpa de mi osadía.
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Desde ya, les agradezco por darse el tiempo de leer.
Un abrazo grande a todos.
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Eternamente Nosotros [✔]
RomansaUna chica aparentemente fuerte no tendrá más opción que aceptar su destino, un destino que será caprichoso con ella y la pondrá a las peores pruebas que un ser humano podría enfrentar. ...