Capítulo 23

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— ¿Lo hacemos otra vez? — Soltó un pesado suspiro.

— Kook, ¡Ya lo hicimos dos veces! Relaja tu pene — Musitó dándole la espalda.

— Pero Jimin... — Genial. Ahora era Jungkook el niño mimado.

Eran como los niños pequeños de la casa. Se perseguían jugando, riendo, siendo felices; pero por otra parte se la pasaban tristes, llorando, lamentando la perdida hasta del más pequeño animal.

Exagerados.

— Cambiando de tema... — Lo miró por sobre su hombro. — ¿Cuándo iremos al doctor?

— Cierto, ya pasaron dos semanas y el doctor dijo que una. — Miró el techo de la habitación — Ve tú si deseas, yo estoy cansado, aparte, me siento muy bien ya, solo son cambios hormonales.

— ¿Tienes más de 200 años y dices que son cambios hormonales? ¿Es enserio? — Se levantó molesto de la cama escuchando un silbido.

— ¿Ya he dicho que me encanta tu culo? — Jimin se sonrojó.

— Vulgar. — Cogió una toalla que estaba tirada para meterse al baño y darse una ducha. Tenía el semen de Jungkook por casi todo su cuerpo menos dentro que por qué el niñito no quería tener hijos aún.

Tonterías.

— Me voy — Se acercó a darle un pequeño pico en sus labios. — Necesito sersiorarme que todo esté en orden.

Salió sin más de la habitación, Jungkook quería descansar un poco más, no mentía, se sentía muy cansado, desgastado, y más aún, en esos momentos que se había ido Jimin de su lado se sentía solo. Quería llorar, estaba tan sentimental que su nariz se tornó levemente roja y sus ojos tenían una capa de agua salada.

Mientras tanto, el peligris pidió a Jin que si lo podía llevar al hospital y una vez que este accedió no perdió mas tiempo, tenía una sensación un tanto agridulce. Sabía que una vez saliendo del hospital nada sería igual.

Y estaba en lo correcto.

Jin lo esperó en un café cerca de ahí, decía que no le gustaba mucho el olor de los hospitales, se despidieron y se adentró al edificio blanco con tonalidades grises.

Un escalofrío le recorrió su cuerpo al sentirse vulnerable.

— Park Jimin — Su nombre fue alzado. Había sido rápido, casi no había pacientes en espera y eso era un punto a su favor pero no para sus nervios.

— Veo que esta vez no te acompañó Jungkook — Lo miró haciéndole una seña para que tomara asiento.

— No, no quiso, pero quisiera saber de lo que hablamos la otra vez usted y yo...—

— Pero antes, ¿Recuerdas los estudios que te realicé hace mucho? — Este asintió. — Sé que me dijiste que Jeon no se tenía que enterar pero de alguna u otra manera lo tiene que saber.

— ¿Dió positivo? — Susurró encogiéndose en la silla.

— Así es, estás esperando un bebé... — Intentó sonar suave para no alertarlo.

— Pero doctor... —

¿Un bebé? ¿Justo ahora que se le habían ido las ilusiones de ser padre?

— Llevas un mes exactamente. ¿Podrías acostarte en la camilla por favor? — Haciendo caso a las indicaciones, se subió con sus pies juntos y sus manos a los costados. El doctor le levantó un poco la playera tocando con el final del etestocopio su abdomen escuchando el latido leve del corazón del feto.

¡Vampire! ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora