Capítulo 24

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Llevaban más de 10 minutos mirándose fijamente sentados en la cama uno frente al otro. Se notaba el ambiente un tanto tenso, es más, se podría decir que estaban como desconocidos siendo apreciados por primera vez.

— Bien... Dime — Jungkook cruzó sus dedos enlazando sus manos.

— Kook, antes — No sabía realmente como decirle, los nervios le estaban ganando, soltó un suspiro largo antes de continuar — ¿Seguro que no quieres tener bebés aún?

— Jimin, ya hemos hablado de esto antes, cada día te repito que aún no estoy preparado para eso, que no quiero tener hijos ahorita, ¿A qué viene todo esto? Pensé que ya lo tenías claro. — Se pasó una mano por sus hebras negras tirandolas hacia atrás.

— Pero... —

— Siento que lo nuestro no durará del todo si tú sigues preguntándome eso y no respetas mi decisión. — Soltó sin escrúpulos.

— ¿Es enserio lo que me estás diciendo? — Soltó una pequeña risa molesto.

— Pues si, ¡Por eso mismo nos estamos cuidando!

— Pero la primera puta vez no te pusiste la maldita protección — Bien. Ya se estaba alterando y era más que obvio que eso no le haría bien a la criatura dentro.

— Tranquilízate, aparte, ¿Todo esto que tiene que ver con...? — Paró en seco. — ¿Estás embarazado?

Estúpido. Hasta ahorita.

— Así es — Se levantó de la cama justo en frente de él. — Esto — Levantó su playera y señaló su pequeña panza — Es obra tuya.

— ¿Seguro que es mío? — Más ridículo no puede ser.

— Noo, es obra del espíritu santo — El sarcasmo se hizo presente. — Claro que es tuyo.

— Jimin yo... Tú... — No sabía ni que decir.

El peligris ya se estaba creando escenas en su cabeza, ¿No lo obligaría a abortar o sí? Sus ojos comenzaron a picar, su cabeza le dió una mala jugada mareandolo haciendo que colocara su mano en el hombro contrario.

— ¿Estás bien? — Se levantó para intentar agarrarlo siendo obstruido.

— Iré a mi habitación, es lo mejor. Espero y crees uso de conciencia de todo lo que me dijiste Jeon, realmente, me decepcionas.

Jeon.

Su apellido quedó en su mente haciendo eco. Se sentía raro escucharlo de Jimin, hace tiempo comenzó a llamarlo por apodos cariñosos y ahora le decía así, tan simple.

Desde que lo mordió, ambos decidieron perder curso en la institución, les valió lo que dijeran los demás, tenían una eternidad para estudiar y demás cosas. Compartían habitación, en específico la de Jungkook. Era una más amplia y oscura, perfecta para ambos.

— Ahora entiendo todo... — Se recostó. — Un hijo... —

Dentro suyo quería gritar de la emoción, pero su uso de razón no se lo permitía. Un hijo es mucha complicidad, era muy difícil ser padre. Una vez que lo tienes, se encarga de decirte que la vida adulta no es fácil, y que tienes que pensarlo dos veces antes de dejarte llevar. Se requiere de demasiada atención a todas horas para saber si está bien, si le falta algo, si necesita que lo cambien, que lo bañen o que le den de comer.

Era normal su reacción. Había dejado en claro que aún no quería un bebé, pero la vida es así, te hace bromas que aveces te cuestan el tiempo, sin embargo, sonríes pensando que te librarás de los retos. Pero, Jungkook no. Solo le quedaba aceptar y seguir adelante. Ser padre era una alegría para varios, pero para él no del todo, bien dicen que todo es a su tiempo.

¡Vampire! ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora