Capítulo 28

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¿Había escuchado bien?

— ¿Cómo? — Los nervios se apoderaron de él haciéndolo temblar. — Mi hijo, Jimin, ¿Cómo están ellos? — Las lágrimas seguían bajando. Los demás chicos seguían asombrados, era imposible.

— Ambos están bien, tranquilos. — La expresión del doctor aún no cambiaba, estaba serio — Pasen a mi consultorio por favor, tenemos que hablar.

Todos asintieron, seguían asustados pero más tranquilos, al parecer, no había pasado nada a mayores.

— Bien, pudimos interrumpir el pre aborto — Se quitó el cubrebocas — Jimin ahora mismo está débil, necesita reposar y más que nada, les advertí sobre eso. Era algo que tenía que pasar pero afortunadamente todo salió bien.

— Mi hijo, ¿Él está bien?

— Sobre eso... — El doctor hizo una pausa. — No estamos del todo seguros, por lo mismo, el joven tiene que descansar. Perdió mucha sangre y ahora mismo está débil, solo una persona puede pasar a verlo.

— Jeon, ve tú, nosotros te esperamos a fuera — Namjoon dijo recibiendo asentimiento por parte de todos.

— Gracias chicos — Dijo para después ser guiado por una enfermera hasta la habitación.

Jimin estaba postrado en una camilla con sabanas blancas cubriendo su cuerpo, varias agujas inyectadas en sus venas conectando con sueros en una esquina. Todo ese asunto le partió el alma, quería llorar nuevamente.

— Amor... — Le pasó su mano por su frente quitando los cabellos grises. — Todo está bien ahora, tienes que recuperarte ¿Sí? — Sus ojos se nublaron.

— El bebé... — Murmuró Jimin con su garganta seca.

— Shh, no hables, él bebé está bien, todavía está aquí dentro — Acarició suavemente su pancita.

Él pensar que lo iba a perder solo lo hizo desesperarse aún más, las ilusiones que se había hecho comprando todas esas cosas, luego, las clases de padres, los antojos; no quería admitirlo, pero realmente ya se había encariñado demasiado con todo ese asunto, tenía miedo. Debió cuidar mejor de Jimin, debió haberle hecho caso al doctor, debió protegerlo... Todo quedaba en esa palabra, debió.

Las cosas ya están hechas y nada se puede remediar, por algo están ahí que afortunadamente llegó a tiempo y no perdieron a la creatura que poco a poco comenzaba a adueñarse de ambos.

— Sé que me escuchas... — Se bajó un poco hasta quedar a la altura del abdomen — Papi te cuidará... — Una lágrima se deslizó hasta caer.

— No llores amor — Jimin lo miraba desde arriba. — Todo está bien... — El sentimiento también le llegó.

Ya querían tenerlo en brazos, verlo crecer, jugar, comer, y pensar que por un momento todo eso iba a cambiar.

— Veo que ya despertaste — Un enfermero pasó junto con una bandeja de alimentos.

Era alto, con cabellos castaños y ojos pequeños, sus labios eran delgados y su voz era suave pero profunda.

— Come un poco, te hará bien — Ignoró a Jungkook pasando de largo para colocar la bandeja en las piernas de Jimin.

— Muchas gracias — Se sonrojó y se incorporó levemente para tomar la cuchara entre su mano.

— Estoy a tu servicio, me encargaron para cuidarte — Le regaló una tierna sonrisa. — Kim Taehyung — Se inclinó.

— Park Jimin — Respondió tomando un poco de comida para después llevarla a su boca.

— Jeon Jungkook — Habló sentandose mejor en la camilla para taparle la visión al chico.

¡Vampire! ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora