Capítulo 29

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— Vámonos — Dijo subiendo del otro lado del auto.

— Falta Tae — Comentó Jimin intentando detener a Jungkook, pero ya era demasiado tarde, este ya estaba manejando.

— Ese es el chiste, olvidarlo.

— ¡Ay Jungkook! — Se cruzó de brazos. — Luego no te quejes si me siento mal.

— Yo no me he quejado de nada — Lo miró, el semáforo estaba en rojo.

— Antes sí.

— Antes eras una pequeña molestia infernal, pero ahora no, eres mi novio — Le dió un beso en la frente para seguir manejando.

Una vez llegando a la casa se bajaron yendo a la sala para descansar un poco, estaban cansados y estresados de tanto ver colores básicos, más aparte, el olor de la medicina.

— ¡Voy! — Gritó Jin cuando se escuchó por todo el lugar como tocaban el timbre.

— ¿Quieres comer algo? — Preguntó Kook recostado en el respaldo del sofá.

— Por ahora estoy bien — Se acercó a él hasta recargarse en su hombro.

— Los buscan... — Pasó Jin a su lado para después ir al despacho de Namjoon.

— Chicos, ¡Me dejaron! — Apareció Taehyung con una maleta en mano.

Jungkook y Jimin se asombraron, ¿Cómo es que había llegado? Kim los miraba con el ceño fruncido, realmente estaba molesto.

— ¿Cómo? ¿Qué haces aquí? — Se levantó Jungkook enojado.

— Tengo orden estricta de cuidar a Jimin — Lo miró haciéndole una sonrisa. — Quiero suponer que no me olvidaron a propósito.

Jungkook miró el techo como si fuera lo más lindo intentando pasar desapercibido.

— ¿Cómo supiste donde vivíamos? — Jimin hizo un ademán para que Taehyung se sentara a su lado.

— En los papeles que firmaron pusieron su ubicación. — Fue lo único que dijo para acariciar la panza de Jimin.

• • •

Quinto mes.

— ¿Enserio? ¿También a estas clases nos vas a acompañar? — Preguntó Jungkook ya hostigado de la presencia del castaño.

— Tengo que cu... —

— Si si, tienes que cuidar de Jimin — Viró los ojos.

— Ya Kook, Taehyungie solo hace su trabajo.

Taehyungie.

— Entiendo. — Fue lo único que dijo para después ponerse serio sin ninguna expresión, mientras que en su mente ya había matado al castaño mil veces.

— Después de explicarles, prosigan a hacer su trabajo. — Dijo Jennie que esta vez estaba acompañada de dos guardas y otra chica más.

— Bien, otra vez tu y yo — Comentó Jungkook estando de cuclillas frente al muñeco.

Prefería al simulacro que estar poniendo atención a como Kim abrazaba a su novio melosamente.

— Come — Acomodó la mamila en su pequeña boca, afortunadamente parecía como que el simulacro estaba de acuerdo con él por esa vez ya que cedió gustosamente. — Lo sé, a mí tampoco me gusta que esten juntos — Murmuró como si hablara con el muñeco.

¡Vampire! ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora