¡Vampire! ~Kookmin~

Capítulo 1

— ¡Ya me voy a la escuela! — Dijo Jimin normal hacia su madre. Los dos vivían solos en un departamento elegante, cerca de la escuela a la que asistía el menor, era su primer día de clases así que se apresuro a llegar como todos los años.

— ¡Ve con cuidado! — Escuchó antes de cerrar la puerta principal.

Llegó normal a la escuela, caminando, escuchando música, y tarareando en su mente.

— Jimin, que bueno que ya llegaste.

— Sí — Le dijo sonriéndole haciendo que sus ojos desaparecieran en una fina línea, Yu Gyeom era el único amigo de Jimin ya que este era muy tímido, delicado y poco sociable.

— ¿Cómo la pasaste en las vacaciones? — Intentó crear ambiente.

— Pues bien supongo ¿Y tú? — Contestó.

— ¡Bien! Bueno... Eso creo — Rió.

— Sabes, eh notado a mi mamá un poco más feliz de lo usual — Comentó de la nada, tenía esa duda desde hace ya una semana.

— ¿Y sabes la razón?

— No, tal vez solo es mi imaginación... — Intentó convencerse así mismo.

Entraron a sus respectivas clases y pasaron las horas normales como todos los días, salieron y se fue cada uno por su camino.

Al llegar, su madre lo recibió con una sonrisa, al parecer estaba feliz ya que reía a cada rato y le contestaba a Jimin amablemente en todo.

— Jimin hijo... Tenemos que hablar — Los nervios se le notaban.

— ¿Sobre qué?

— Ven, siéntate — Tocó dos veces el espacio a su lado.

— Estás rara... — Hizo una mueca de incomodidad.

— Mira... ¿Estarías en contra si tengo otra relación?

— ¿Cómo? — Preguntó.

— Un novio... —

— Ah, eso. No, ¿Por qué lo estaría? Papá ya no está con nosotros, así que tienes todo el derecho de volver a ser feliz — Le dedicó una sonrisa reconfortadora.

— Gracias — Respondió sonrojada — Pero, ¿Y si te digo que él no es una persona ordinaria?

Ya empezaron mal.

— ¿Ordinaria?... ¿Es malo? ¿Te trata mal o algo?

— No, nada de eso, tranquilo — Soltó una carcajada al ver a Jimin alterado — Por cierto...

— ¿Si?

— ¿Crees... En las cosas mitológicas? 

— Eso no existe, son solo mitos — Soltó una risa irónica. A su madre le sorprendió, pues pocas eran las veces que se reía así.

— ¡Ja! Tienes razón — Contestó incómoda — Hoy saldré a una cita.

— Ahí me avisas cuando llegues.

— Sí... llegaré un poco noche.

— Sí, no te preocupes —Respondió — Bueno mamá, me iré a mi habitación — Se puso de pie, su madre ya no contestó, simplemente asintió perdida en su consciencia; una vez que sintió la cómoda cama se quedó profundamente dormido.

* * *

— No sé qué hacer... él no cree en esa cosas.

— Tranquila — Se quedó pensando prometido — Tengo una idea pero no sé si te guste... — La miró.