Capítulo 34

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— Así que, Jeon Jungkook eh... — Sonrió de lado mientras veía por la ventana al pelinegro.

La chica ya tenía 4 días trabajando, y cada que tenía la oportunidad estaba metida entre la pareja. Detestaba a Jimin, por que siempre que veía sus intenciones se reía y acariciaba a su novio frente de ella.

Ahora bien, si el pequeño ese ya sabía sus intención, entonces, ¿Por qué mejor no apartarlo de su camino?

— ¿Qué es lo que ellos comen? — Se preguntó paseándose por la cocina.

Era media noche, por lo que ahorita la mayoría yacía en sus habitaciones y solo Jungkook estaba a fuera recibiendo el aire fresco mientras veía su celular recargado en su auto.

— Hay pura carne, sangre... — Tomó un frasco entre sus manos. — Supongo que han de tener algún laboratorio — Se encogió de hombros. — ¿Vino especial?

Visualizó las letras pequeñas diciendo que eran para una especie exótica, las demás letras estaban en otro idioma por lo que no entendió mucho del tema. Dejó la botella sobre la barra para después tomar dos copas de la alacena, sirvió un poco y de entre su busto sacó un gotero.

Veneno de la araña viagra.

Según su investigación, se supone que con solo una gota bastaría para que le provocara una dolorosa erección, más aparte, no duraría menos de 10 minutos para que ya estuviera en colapso de vida o muerte.

Bajo su atenta mirada, apretó la puntilla del gotero para que este echara una gota de aquel líquido transparente, una vez que cayó volvió a guardar el frasco en su pecho y movió levemente la copa.

— Jeongyeon, aquí te traigo a mis niños — Se escuchó desde la sala. Esta salió con ambas copas en una tabla, acompañando con una que otra fruta.

— Coge una si gustas — Invitó, antes de que Jimin escogiera la equivocada tomó la contraria dejando así la única opción.

Un portazo se escuchó desde la puerta. Al parecer, Jungkook ya había entrado a la casa, los nervios de la chica aumentaron cuando lo vió sentarse a lado del peligris con la copa en mano.

— La niña no ha comido, te la encargo, dale solo 4 onzas. — Justo antes de que sus labios tocaran la copa, Jungkook se la quitó. — ¿Por qué haces eso?

— Tengo sed — Dijo eso para después regresar a ver a la chica guiñándole un ojo.

Esta se sonrojó, pero luego recordó el veneno en el vino y se levantó dispuesto a arrebatarselo pero era demasiado tarde, ya lo había bebido todo.

— Kook, yo también quería — Soltó una pequeña risa.

De improviso, los ojos de Jungkook se pusieron rojos y sus colmillos salieron de su comisura, conocía el olor y la sensación de su vino, por lo que sabía que algo le habían hechado.

— Así que, veneno eh... — Tiró de su cabeza hacia atrás recargandose en el respaldo del sofá.

La chica se sorprendió y sus manos comenzaron a temblar, tenía dos dudas, la primera, ¿Por qué Jeon estaba con esa faceta? Y segunda, ¿Cómo supo que era veneno?

— ¿De qué hablas? — Preguntó Jimin confundido.

Lo vió pararse para después sentarse a lado de la chica.

— Te diré lo que una vez le dije a mi novio — Se acercó a su oído, Jimin veía todo, desde su punto de vista se sentía mal por lo que estaba sucediendo, pero alguna razón debe de haber. — Mira como me muero... — Rió.

¡Vampire! ~Kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora