¿Podemos bailar? // BNHA

[1]

- 4 años -

—Mamá—El rubio agarró la mano de su madre empenzando a jalar, llamando su atención.

—¿Que sucede?—Preguntó la mujer bajando la cabeza para poder mirarlo bien.

—¿Quien es ella?—Señaló sin disimulo a una pequeña niña de cabello castaño y descuidado, la cual se encontraba sentada en la entrada de su casa. No podía ver su cara debido a que está se encontraba abrazando sus rodillas y escondiendo su cara entre ellas.

—Ella es (...)—Acarició el cabello sin dejar de mirarla—Se mudó con sus padres hace unos cuantos meses—Soltó un suspiro mientras volteaba a ver a su hijo—¿Por que no vamos a hablarle?—

A pesar de que el niño se quejó, fue sin poner ninguna resistencia, logrando que su madre esbozara una tierna sonrisa.

Que tsundere*.

Cuando estuvieron a tan sólo unos cuantos metros frente a ella, su madre lo empujó levemente para que este se acercara y comenzará la conversación.

-¿Quien eres tú?-  El niño habló bruscamente ganándose un golpe de su madre—Que...— se quejó volteando a mirarla enojado.

—¿(...)-san?— La mujer, ignorándolo, llamó la atención de la niña, quien se estremeció en su sitio antes de empezar a elevar la cabeza lentamente.

Madre e hijo se sorprendieron al ver que la niña tenía una de sus mejillas moradas y sus ojos estaban rojos e hinchados de tanto llorar .

—Hola (...)-chan—La mayor, preocupada, se acercó lentamente a la niña, quien solo se limitó a mirarla —Quizás no me recuerdes, pero ya me había presentado cuando recién te mudaste— Explicó acercándose lentamente hacia ella—Soy Mitsuki Bakugou y el es mi tonto hijo Katsuki, vivimos en la casa de al lado—

—Hola...— Hizo una leve reverencia un poco asustada.

¿Que era lo que querían?

—¿Puedo sentarme?— preguntó la mujer señalando un espacio vacío del escalón en el que se encontraba sentada la niña. La castaña solo asintió mientras veía como la mujer se sentaba—¿Que haces aquí afuera?— Preguntó sin más—

—Mamá me dijo que vaya a jugar mientras ella hablaba con papá—

—Entiendo...—Dijo la mujer cerrando sus ojos fuertemente al escuchar como algo se rompía dentro de la casa—¿Y por qué no estás jugando?—

—No tengo nada para jugar...— Murmuró mirando al frente, encontrándose con la intensa mirada rojiza de Katsuki—No se donde se encuentra el parque—

—¿Que te parece si nos acompañas?— Pregunto la mujer decidida, esbozando una sonrisa— Justo estaba llevando a mi hijo al parque para que se encuentre con su amigo—

—Ese baboso no es mi amigo—murmuró un tanto sonrojado el pequeño rubio, haciendo que la niña suelte una pequeña risa haciendo que el rubio se sorprenda.

Linda.

Fue lo único que pudo pensar mientras miraba con los ojos brillosos a la niña.