[14]

975 140 15
                                    

—Esto tiene que ser una jodida broma—susurré mirando el techo de la blanca habitación, intentado no llorar.

Me lo habían dicho ni bien había despertado, ni siquiera se habían tomado la molestia de prepararme para la noticia.

Simplemente me lo dijeron.

Osteosarcoma en mi pierna derecha y ya estaba muy avanzado.

En otras palabras, tenía cancer.

¿Tan mala había sido yo en mi anterior vida como para que esto me esté sucediendo?

Volteé mi cabeza a la puerta y pude ver como tía Mitsuki, tio Masaru y tía Inko escuchaban atentamente al doctor.

Les estaba diciendo.

Cuando esté termino de hablar, las mujeres se voltearon a verme con lágrimas en los ojos y se empezaron a acercar a mi a paso rápido.

No me vean así, por favor...

No me vean con pena.

Saben que lo odio.

—No es su culpa— murmuré mirando mis manos las cuales se encontraban apoyadas en mis muslos, mientras ellas me abrazaban con fuerza.

—Si hubiéramos sabido antes...— Murmuró Tía Mitsuki con la voz entrecortada.

—¿Que es lo que dijo el doctor?— les dije y ellas se separaron lentamente para mirarme.

—Tendrán que internarte para sacar más pruebas, exámenes—

—¿Eso quiere decir que no podré bailar mañana?— murmuré apretando mis manos con fuerza.

—Podríamos preguntarle al doctor...— dijeron a la vez.

—¿Preguntarme que cosa?— escuchamos como el doctor entró a la habitación con 2 personas más, uno de ellos se me hacía muy conocido.

El chico solo se me quedo mirando sorprendido.

—Doctor, si me permite...¿Usted cree que mañana pueda bailar por última vez? Por favor...—Murmuré sería mirando al doctor—Le juro que no me duele nada— Rogué— Por ultima vez...— El doctor solo se me quedo mirando para después soltar un suspiro cansado.

—Mañana te dejaremos ir después de unas pruebas de sangre, te prometo que no tardarán nada—me dijo este y yo asentí un poco emocionada— Tienes que tener en cuenta que puedes fracturarte el hueso si te esfuerzas demasiado, si te sientes que ya no puedes, no lo hagas— me dijo y yo asentí rápidamente— Mañana te asignaremos a alguien para que pueda ir contigo— yo solo voltee a ver al chico de cabello castaño para después asentir.

Iba a ser una noche larga.

Cuando el doctor se fue, mis tíos decidieron quedarse conmigo hasta que el horario de visitas acabara.

Durante varios minutos intentaron animarme, lográndolo un poco.

—Uhmm—hice un sonido llamando su atención—¿Los chicos?—

—Los llamamos, pero no contestaron, probablemente deban estar practicando—Aviso tía Inko y yo asentí mientras me perdía en la blanca pared de la habitación.

¿Podemos bailar? // BNHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora