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—¿Usted es la señorita Nakamura?— preguntó alguien detrás mío.

Hace ya algunas horas me había despedido de mi familia y me había subido al tren que me traería a Hosu, a mi nuevo hogar.

La despedida con mis "amigos" se resume a nada.

No vinieron, a pesar de que sus madres le hayan dicho que era importante.

Vaya mierda.

Me encontraba luchando con mis maletas cuando escuché esa voz, haciéndome sobresaltar y tirar mis maletas.

La que me había preguntado era una mujer demasiado joven y bonita acompañada de 2 tipos que no se veían muy contentos que digamos, sus rostros no mostraban ninguna emoción, haciéndome erizar. 

—Si, soy yo— esbocé una sonrisa haciendo que la mujer asintiera y les hiciera una seña a los hombres. Yo me asusté pensando que había metido la pata y ahora me secuestrarían, pero no fue así. Los hombres pasaron por mi lado en dirección a mis maletas y como si de un algodón se tratara, las cargaron.

Vaya...

La mujer a su lado empezó a explicarme que era la que me ayudaría con el trabajo de secretaria y que había otra persona que llegando a la agencia, me explicaría como es que trabajaría en el grupo de investigación de la agencia.

Cada vez que me hablaba me emocionaba más y más. Quizás no era algo relacionado con la danza, pero trabajar en algo como la investigación y a aparte trabajar para su héroe favorito, era un sueño que había considerado imposible hasta hace poco. Me gustaba este tipo de cosas y realmente no iba a desperdiciar esta gran oportunidad.

Después de un gran viaje en una camioneta negra y blindada tratando de hacer reír a los dos hombres, lo cual fue en vano, llegamos a la agencia en donde me ayudaron a subir sus cosas a mi habitación, la cual se encontraba en la misma agencia.

Genial, esto se pone cada vez más emocionante.

Una vez que me dejaron sola, empecé  a guardar mi ropa en el armario y a acomodar los objetos que había traído de mi anterior habitación, quedando satisfecha por el resultado.

Minutos después, aburrida y con cámara en mano, salí de mi habitación para dirigirme a la oficina de Endeavor, para obviamente, anunciarle mi llegada.

Bajando por el ascensor, me encontraba con bastantes trabajadores quienes me miraban intrigados, yo solo les sonreía, grababa y me reía.

Debía parecer una maldita loca.

Cuando llegué a su oficina, toqué unas cuantas veces y esperé a que me contestaran, más nadie lo hizo, por lo que suspiré frustrada.

Gire mi cabeza y pude notar un pequeño escritorio, una computadora y un teléfono se encontraban ahí, por lo que me acerqué y empecé a repasarlo con mi dedo.

Este era mi escritorio.

Sonreí y seguí investigando el escritorio, cuando una nota de llamo la atención.

La agarre y la leí quedando sorprendida.

—¿Por qué Endeavor quiere verme en el centro comercial?— susurre y me encogí de hombros—Bueno, entonces tendremos una nueva aventura— dije antes de apagar la cámara y colgarme la en el cuello.

¿Podemos bailar? // BNHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora