¿Podemos bailar? // BNHA

Especial

Así iba a comenzar anteriormente la historia.
(¿Multiuniverso?)

Todo sigue igual, el padre de (...) si mata a su madre y ella se muda con los Bakugo.

A (...) le descubren un tumor el cual es demasiado difícil de extraer, ya que se encontraba en una parte del cerebro en el que no podían simplemente explorar como quisieran.

Mitsuki logra que unos doctores alemanes, muy famosos por extraer ese tipo de tumores desconcentrara en ella, haciendo que la llevaran a Alemania para que pudieran revisarla.

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—MIERDA, POR QUÉ NO PUEDO DEJAR DE TEMBLAR— grité mientras miraba como las casas se me hacían mucho más conocidas.

—Ya cállate maldita sea— me dijo Rin, agarrando fuertemente el volante — Has gritado todo el jodido camino—

—Hace un año y medio que no los veo— le dije mirándolo mal— tienes que entenderme—

—Sisi, como sea—

—AY DIOS— le dije.

—Como es que para eso no estás cansada— me dijo lloriqueando terminando de estacionarse frente a casa.

Él se bajo y después de unos cuantos segundos, abrió la puerta y me ayudó a sentarme en una silla de ruedas.

—¿Si sabes que puedo caminar verdad?— le dije

—Soy tu enfermero idiota— me dijo— claro que se que puedes caminar—

—¿Entonces...?—

—El viaje ha sido demasiado cansado y supongo que mucho más para ti. Hace dos días que te hicimos la quimioterapia y sigues con los jodidos síntomas—

—Perdón por ser yo— le dije rodando los ojos.

Empezó a empujar la silla hasta la entrada, mientras con su quirk, traía mis maletas.

Una vez que llegamos, toque la puerta con nerviosismo para después esperar a que alguien se dignara a abrir.

—Me tengo que ir— me dijo dándome un beso en la cabeza.

—Cobarde, deja de huir y enfréntalos— le dije graciosa haciendo que este chasqueara la lengua.

— recuerda que si en dos días mas sigues con los síntomas, tienes que ir a verme. No fuerces mucho tu quirk— me dijo y yo asentí feliz. El me dio una última mirada antes de volver a su carro y arrancar.

Unos cuantos segundos pasaron hasta que se abrió la puerta dejándome ver a La tía Mitsuki, quien al darse cuenta de que era yo, empezó a chillar.

—AL FIN VOLVISTE— gritó y yo me reí, dándole un fuerte abrazo que ella no dudó en corresponder, después de unos cuantos segundos se alejó y me miró enojada—POR QUÉ NO ME AVISASTE QUE VOLVÍAS HOY. ESE JODIDO DOCTOR TUYO SE LAS VERÁ CONMIGO—

—Quería que fuera sorpresa— le dije sobándome mi cabeza con una sonrisa.

—Katsuki está con sus amigos en la sala— me dijo parándose detrás de mi, empezando a empujar la silla—

—¿Tiene amigos? Vaya...— le dije burlona y ella me siguió el juego.

—¿Increíble verdad?— me dijo cerrando la puerta tras de ella.—¿Que tal estuvo el viaje?— me pregunto, para después gritar el nombre de su esposo.