[5]

992 149 25
                                    

—14 años—

—PRINCESA TU ABUELA— Grite enojada empujando al niño que se encontraba delante mío , intentado que se alejara de mi—OYE KATSUKI, CONTROLA A TU PERRO— le grité a mi mejor amigo quien se encontraba mirando todo lo que pasaba, con una sonrisa burlona.

Idiota.

Desde hace unos cuanto meses que entramos nuevamente a la escuela, se estaba comportando como un completo imbecil.

Había conseguido un grupo de amigos que no me agradaban, ya que fastidiaban a todos, incluso a Izuku.

Los odiaba.

Quien se encontraba frente a mi en este momento era uno de los "recién llegados", por lo que no sabía que yo era cercana a su "Jefe".

—Cállate de una vez— dijo divertido mientras levantaba una de sus manos para poder golpearme.

Lo único qué pasó por mi mente en ese momento fue la cara divertida de mi padre que siempre ponía antes de golpearme o golpear a mi madre.

Aterrada e intentado no llorar, cerré los ojos y levante las manos para cubrirme del golpe, pero este nunca llegó.

—Que crees que estás haciendo, bastardo— escuché la voz enojada de Katsuki, por lo que abrí los ojos, encontrándome con la espalda de mi mejor amigo.

—Solo quería asustarla...— murmuró el pelinegro mirando con miedo a el rubio.

—No te atrevas a levantarle la mano nunca más—gruño antes de activar su quirk y llevarlo a su cara, logrando que el chico saliera corriendo asustado—¿Estás bien?— me preguntó logrando que yo solo negara con la cabeza.

—Cuando dejarás de juntarte con ellos— murmuré cabizbaja mientras negaba—Me iré a casa...—

—No te vayas así...— me dijo intentado agarrarme la muñeca, pero yo rápidamente la quité sin voltear a verlo.

—Hablamos después, Katsuki— le dije seria antes de empezar a caminar hasta casa.

No tarde mucho tiempo cuando a lo lejos vi mi hogar, por lo que acelere el paso para poder llegar.

—Mamá, ya llegué— grité cerrando la puerta, mientras me quitaba mis zapatillas.

—Estoy en la cocina, amor— me gritó de vuelta desde la cocina, por lo que rápidamente de dirigí ahí—¿Como te fue hoy?— dijo volteándome a ver.

—No pude ver a Izuku— murmuré dándole un beso en la mejilla como saludo—Y Katsuki sigue juntándose con esos bastardos— gruñí sacándole una leve risa.

—Ve a dejar tus cosas en tu habitación y descansa un rato, yo te llamaré cuando esté lista la cena— me removió el cabello antes de voltearse y seguir cocinando—No te olvides que tienes que ir a recoger a tu peludo al veterinario—

—Si— grité de vuelta mientras subía a mi habitación.

Una vez que llegué, deje la mochila a un lado la cual contenía mi cámara, la ropa que utilizaba para bailar en la nueva academia de baile a la que me habían inscrito y obviamente algunos bocadillos.

¿Podemos bailar? // BNHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora