-¡CLINT ESTAS LOCO ELLOS SON LOS HOMBRES MÁS POPULARES DE LA ESCUELA COMO LO VAS A SHIPEAR! - Exclamó la rusa histéricamente para luego suspirar en un casi susurro-¡Ambos son semetales naturales!
Clint alzó una ceja divertida, sacó una hoja en blanc...
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Esa mañana Tony estaba muy feliz porque otro día había empezado para ir a la escuela y por si no fuera poco vería otra vez a su bello novio ya que ayer solo había pasado la mañana juntos. En la tarde el rubio tuvo que regresar temprano a su casa para ayudar a su papá a hacer algo o eso le había dicho Steve esa mañana que estuvieron juntos. Tony no podía evitar sonreír, él se sentía muy feliz y nada en el mundo borraría su sonrisa ni siquiera la llegada de sus padres esa mañana después de dos largas semanas afuera por negocios.
Ambos progenitores veía a su único hijo con indiferencia, para Tony esos gestos y actitudes no era nuevo y siempre que los veía en casa solo los ignoraba y se retiraba pero algo cambio esa mañana cuando Tony se disponía a salir de su casa para ir a la escuela. Su padre lo había detenido al hablar causándole al castaño un poco de escalofrío en su espalda por la voz más seria que había utilizado su padre cosa algo rara en él ya que normalmente cuando hablaba el hombre era más de tono tranquilo aunque a veces solo eran palabras secas, fingidas y mecánicas siempre había una línea que ambos no podía pasar para no dañarse más de lo que debían.
— Hijo, quiero que hoy llegues temprano para la cena familiar, recuerda que tú tía va ha venir y te quiero ver puntual si llegas tarde te abvierto que seré duro está vez con tu comportamiento y no voy a repetir lo que dije te quedó claro Anthony — Dijo sin quitar la sequedad de sus palabras.
Tony quería replicarle pero la mirada sería de su padre lo hizo callar lo que tenía pensado decir, a cambio solo pudo soltar una afirmación.
— Si, padre — Respondió Tony entre dientes para luego salir de ahí sin decir nada. Afuera Jarvis lo esperaba en el auto de la familia para llevarlo salvo y sano a la escuela. Jarvis se había dado cuenta del aspecto decaído del castaño pero no dijo nada, el no podía entrometerse en los asuntos de sus amos y aunque quisiera hacerlo el mismo menor siempre le diría que todo estaba bien para no preocuparlo.
Después de unos 20 minutos en auto, Tony llegó a su destino se despido de su mayordomo con el saludo de su mano como siempre para luego ingresar a su escuela. Tony no sabía porque pero la conversación con su padre y su indiferencia de alguna manera está vez le había afectado y no podía evitar sentirse tan solo y odiado por su propia familia. Además la mirada neutral de su madre la mataba muy lentamente, su madre nunca se preocupaba por él y eso al castaño le había dolía pero apesar de todo siempre albergaba un poco de esperanza de que alguna día su madre le diera amor como antes cuando apenas era un pequeño niño.
— Tony cariño...¿Estás bien?
Tony volteó cuando sus pensamientos fueron interrumpidos por la hermosa voz de su novio. No supo cómo, y ni supo que pasó pero en ese momento los brazos del rubio lo tenía sujeto por la cintura mientras lo apretaba en sus brazos y besaba su sensible cuello dejando caricias en sus cabellos castaños haciendo que todo sus malos pensamientos se fuera y solo quedará una gran sensación de felicidad por tener al rubio a su lado. Pues era difícil saber si aquellas mariposas que sentía Tony en su estómago iban a desaparecer si pasaban mucho más tiempo junto a Steve. No lo sabía pero le encantaban sentirlas.
