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Harry estaba tumbado en la oscuridad con la mirada fija y vacía en el techo mientras ____ se encontraba acurrucada en el recodo de su brazo. Sabía que estaba despierta, su cuerpo no se había quedado laxo ni su respiración suave, dos cosas que él asociaba con su descanso. Estaba tumbada ahí en silencio, arrimada contra su costado casi como si estuviera procesando todo lo que acababa de ocurrir.

Era un cabrón. Lo sabía, y estaba un poco arrepentido. Pero también sabía que no iba a parar. Había roto cada promesa que le había hecho hasta el momento, y, aun así, sabía que seguiría rompiéndolas. No la había introducido en su mundo con calma y tranquilidad. No la había tratado con suavidad. Ni con paciencia. ____ lo volvía loco, lo desquiciaba.

Harry abrió la boca, pero luego la volvió a cerrar otra vez. Le debía una explicación por lo que había pasado esta noche y, aun así, su orgullo no dejaba que le dijera por qué. Le había cabreado que se hubiera ido molesta, pero también al mismo tiempo le divertía y le hacía sentirse orgulloso de ella, ya que básicamente lo había mandado a freír espárragos y lo había abandonado allí.

Si hubiera estado con cualquier otro tío, una escenita tan peligrosa como la que él había protagonizado esa noche habría más que justificado sus acciones. Él habría sido el primero que le habría dicho que corriera muy, muy lejos y lo más rápido que pudiera. Luego él mismo le habría pegado una buena tunda al cabrón que la hubiera utilizado de tal forma.

Pero si ella intentaba alejarse de él, Harry sabía perfectamente que no la dejaría escapar. Iría tras ella con todo lo que tenía, y, a menos que la atara a su cama y la mantuviera cautiva, no la iba a dejar ir. No todavía.

-Lo que pasó esta noche no fue lo que pensaste -le dijo sorprendiéndose a sí mismo cuando la afirmación se le escapó de los labios.

Maldición, Harry no quería tocar este tema con ella ni ahora ni nunca. Si ____ no había decidido quedarse para ver por ella misma lo que había pasado, ¿por qué debería explicárselo él?

«Porque es diferente y te has comportado como un imbécil con ella. Se lo debes».

____ se revolvió contra él y se apoyó en un brazo, el pelo le caía en cascada sobre el hombro. Él alargó la mano hasta la lámpara ante la necesidad que tenía de verla discutir con él. El suave fulgor le iluminó el rostro y su morena piel brilló bajo la tenue luz.

Era hermosa. No había otra palabra para describirla. Era tan dulce que provocaba hasta un dolor físico al mirarla, menos cuando estaba enfadada con él. Pero, sin embargo, tenía que admitir que lo había puesto a cien cuando se había mostrado tan celosa y desdeñosa como una gatita enfadada. Se la había querido follar allí mismo para que esta le clavara esas garras en la espalda.

-Creo que era bastante obvio lo que pasaba -dijo ____ entrecerrando los ojos-. La rubia me arrinconó en el baño y dejó muy claro que prefería al Styles más joven y más rico antes que a tu versión más vieja y menos rica. Y también quería indicaciones sobre cómo llevarte a la cama. Y justo después lo único que veo es a los dos pegados el uno contra el otro en la pista de baile, tú cogiéndole el culo... sin mencionar también otros sitios.

Ella se paró y respiró hondo. Harry podía deducir que se estaba enfadando otra vez, pero admiró que lo hubiera sacado todo. No le tenía miedo, y eso le gustaba. Harry no quería una ratoncita tímida, aunque sí quisiera a una persona completamente sumisa. Había una diferencia entre ser sumisa y no tener carácter.

Él quería una mujer fuerte con mente propia, pero que no se enfadara por su dominancia. ____ podría ser la mujer perfecta para él, pero no estaba seguro de qué conclusiones sacar de ello.

Mi Éxtasis (01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora