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El resto del día para ____ fue como una imagen borrosa. Se pasó una hora entera en recursos humanos rellenando papeles y tratando el tema de los beneficios y el salario. La cantidad de dinero que le ofrecían como asistente personal de Harry hizo que los ojos se le salieran de las órbitas; nunca se había imaginado que le pagaría tanto teniendo en cuenta que ambos sabían que era una tapadera para la relación que compartían. No estaba siquiera segura de lo mucho que podría trabajar, pero a lo mejor Harry la sorprendía.

Aun así, la tranquilizaba saber que no iba a depender totalmente de él -o de Jace- para comprarse lo que necesitara o quisiera. Ya hasta tenía en mente ahorrar ahora todo lo que pudiera para el día en que Harry no la quisiera más. No era tan ilusa -ni tan estúpida- como para creer que la relación entre ambos iba a durar más que las otras que él había tenido.

Y aunque no conocía los detalles exactos de sus anteriores relaciones, había oído a Jace y a Ash lo suficiente como para saber que un año era el período máximo para Harry en lo que a mujeres se refería, y normalmente solo duraban la mitad.

De lo único que se alegraba era de que Harry le hubiera hecho ver que necesitaba hacer algo más que simplemente trabajar en La Pâtisserie. La educación que Jace le había dado se estaba echando a perder porque era demasiado débil como para dejar de trabajar para Greg y Louisa. Y era posible que hubiera una parte de ella que tuviera miedo de enfrentarse al mundo de los negocios.

Pero ¿qué mejor manera había de iniciarse en el mundillo que trabajar para Harry? Como mínimo, le daría experiencia y quedaría muy bien en el currículum. Además, le facilitaría la vida para encontrar otro trabajo cuando él rompiera con ella, fuera el que fuere...

____ se recordaba a menudo que su relación con Harry no iba a ser larga, y lo hacía solo para concienciarse de lo inevitable y para poder aceptarlo más fácilmente cuando llegara el momento.

Ya no era una adolescente, aunque él le inspirara reacciones demasiado juveniles. Ya era hora de crecer de una vez y de comportarse como una adulta dentro de una relación adulta.

Justo después de salir de recursos humanos, la metieron rápidamente en un coche y la llevaron a una clínica que había a varias manzanas de distancia, donde la atendieron como a una paciente VIP. Sin esperas ni papeleos, algo que ____ encontró extraño. Le tomaron una muestra de orina, le sacaron sangre y respondió a un montón de preguntas que le hizo el médico, incluida la de cuál era su método anticonceptivo preferido y si necesitaba que se ocupara de ello.

Aun cuando todo el mundo a su alrededor estaba al día de los nuevos métodos anticonceptivos y usaba alternativas a la píldora, ____ no había tenido tanta suerte con algunos métodos, además de que le asustaban otros, así que siguió tomándose la píldora fielmente todos los días.

Cuando terminó con la visita del médico estaba agotada física y mentalmente debido al estrés de todo el día. Sorprendentemente, Harry no le había dicho que empezara a trabajar al día siguiente, sino que le había ordenado que se lo tomara libre y descansara, casi como si hubiera sabido lo exhausta que iba a estar tras el día tan ajetreado que había tenido.

Sintiéndose agradecida de tener al menos un día para analizar el acuerdo que había aceptado, ____ volvió a casa en el coche que Harry le había asignado. El chófer tenía instrucciones específicas de recogerla dentro de dos días para llevarla al trabajo, y, a su vez, este le dejó su tarjeta personal y le dijo que, si alguna vez necesitaba transporte, era su obligación llamarlo. Tras esa, en cierta medida, cortante presentación ya no le volvió a dirigir más la palabra durante todo el camino.

Ya sentía como si Harry estuviera tomando las riendas de su vida y se deslizara entre cada resquicio o rincón que encontrara. Ya ocupaba todos sus pensamientos, y dentro de poco poseería su cuerpo.

Mi Éxtasis (01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora