-¿Cómo? ¿Lo has dejado? -le preguntó Caroline.
_____ asintió lentamente y luego volvió la atención a la olla con agua a punto de hervir que tenía al fuego. Le echó sal y, a continuación, metió los espaguetis.
-Vamos. Tienes que contarme más. ¿Qué te ha llevado a tomar esa decisión? Estaba empezando a pensar que te ibas a labrar una carrera como confitera o algo así.
-Hablas como Harry -murmuró ____.
Los ojos de Caroline se entrecerraron.
-¿Has dejado el trabajo por él? Suelta prenda, muchacha. Me estás ocultando cosas sobre la reunión de esta mañana, ¡y me está volviendo loca!
____ vaciló y luego cerró la boca. No podía contarle a Caroline lo del contrato, ni nada referente al encuentro con Harry. Si iba a acceder -y aparentemente lo estaba considerando seriamente- no quería que los detalles de su vida privada -con Harry- se supieran, ni siquiera por su mejor amiga.
Pero tenía que decirle algo, así que se decidió por lo más inofensivo de las dos cosas.
-Me ofreció un trabajo -dijo ____.
Los ojos de Caroline se agrandaron.
-Espera. Te besó, te amenazó con follarte en la terraza, ¿y todo porque quería que trabajaras para él?
Sí, a ____ también le pareció una triste excusa, pero no le iba a decir ni una maldita palabra sobre el contrato.
-Bueno, podría haber más, pero por ahora solo quiere que sea su asistente personal. Cree que estoy malgastando mi talento trabajando en La Pâtisserie.
Caroline sirvió dos copas de vino y le ofreció una a su amiga. Removió la salsa para los espaguetis y, brevemente, también la pasta.
-Pues en eso sí que estoy de acuerdo con él. No has estudiado un posgrado para servir café y ofrecer cruasanes a la gente -dijo Caroline secamente-. ¿Pero su asistente personal? Creo que le da todo un nuevo significado a la palabra «personal».
____ se quedó en silencio sin morder el anzuelo.
-Entonces si has dejado el trabajo en la cafetería es porque has aceptado el puesto que te ofrece Harry, ¿no es así?
____ suspiró.
-No he decidido nada todavía. Tengo hasta el lunes para pensarlo.
Caroline se encogió de hombros.
-Yo creo que está claro. Es rico, está buenísimo y te desea. ¿Cómo puedes dudar con algo así?
-Eres incorregible -replicó ____ con exasperación-. El dinero no lo es todo, ¿sabes?
-Y eso lo dice la que está mimada por su hermano mayor, quien parece tener más dinero que Dios.
No podía negar que Jace era tan rico como Harry, ni que había hecho muchísimo por ella. Le había comprado el apartamento, aunque no le gustaba que caminara veinte manzanas hasta el trabajo sola con bastante frecuencia. ____ no necesitaba una compañera de piso, pero Caroline necesitaba un sitio donde quedarse y a ella le gustaba la compañía. Pero con todo y con eso, no le gustaba depender solo de Jace. ____ no era extravagante, y, de hecho, había aprendido a ser bastante frugal con sus escasas ganancias.
-Creo que estoy más intrigada que otra cosa -admitió-. Harry siempre me ha fascinado, he estado pillada por él desde que tengo uso de razón.
-Estar intrigada es una razón válida por la que empezar a salir con un tío -dijo Caroline-. ¿Cómo vas a saber si sois compatibles si no te lanzas?