Harry retrocedió del lugar donde ____ yacía atada en la pequeña mesa. La imagen que proporcionaba era irresistiblemente erótica: el cabello oscuro y largo lo tenía enmarañado y caía por el filo de la mesa; los ojos bien abiertos, como platos; y los labios bastante hinchados debido a su posesión.
Charles Willis la rodeó como un buitre al acecho mientras se la comía con los ojos. A Harry se le encogió el estómago cuando los dedos de Charles le recorrieron el vientre en dirección a sus pechos. Le rodeó uno de los tensos pezones y lo estimuló hasta que se quedó completamente rígido.
Stéphane y Tyson se acercaron, pero no demasiado para darle a Charles su oportunidad. Ellos esperaron, como depredadores en plena cacería, a que les llegara el turno de tocarla.
Esto estaba mal. Muy, muy mal. Sus entrañas le estaban gritando y su mente protestaba. Ella era solamente suya. Nadie debería estar tocándola excepto él, y, aun así, él mismo había sido el que lo había montado todo. ¿Como qué? ¿Una prueba? ¿Algo para probarse a sí mismo?
Harry siguió dándole vueltas mientras Charles continuaba explorando el precioso cuerpo de ____. Un cuerpo que pertenecía a Harry. Él era un hombre posesivo -lo sabía- y, aun así, nunca había tenido ningún problema en dejar que otro hombre le diera placer a una mujer que estuviera bajo su cuidado. Le daba igual; le era... indiferente. Pero no con ____.
Con ella odiaba cada minuto y segundo de lo que estaba sucediendo.
La provocación de Lisa volvió a hacerse eco una y otra vez en sus oídos.
«¿Estás enamorado de ella?»
Harry se dio la vuelta, incapaz de soportar la imagen de las manos de Charles sobre el cuerpo de ____. Los suaves jadeos de ella llenaron entonces toda la estancia, y Harry se tensó y se metió las manos en los bolsillos. Estaba en la otra punta de la habitación para no tener que ver o escuchar los resultados de su estupidez, no quería.
Porque era estúpido. Un completo imbécil. Un cabrón cobarde.
Esto no era lo correcto. No podía permitir que la escena continuara. Lo único que se había probado a sí mismo era que no compartiría nunca a ____ con ninguna alma viviente. No estaba dispuesto a dejar que ningún otro hombre tocara lo que era suyo.
Esto tenía que acabar. Se tenían que ir los tres.
Harry estuvo a punto de darse la vuelta y pedirles a los tíos que se fueran cuando la sangre se le heló, y se quedó petrificado en el sitio.
-¡No! -gritó ____-. ¡Harry!
Su nombre había sonado como un grito aterrorizado en busca de ayuda.
Se giró y vio a Charles con la cremallera bajada y una mano enterrada bruscamente en el pelo de ____ para intentar meterle la polla en la boca.
La furia explotó dentro de Harry como un volcán en erupción. Este se lanzó hacia delante, y, para su consternación, Charles, enfadado ante el rechazo de ____, le dio una bofetada en toda la cara. ____ volvió la cabeza para mirarlo con los ojos abiertos como platos por la sorpresa. Por la comisura del labio inmediatamente comenzó a brotar sangre.
Harry se volvió loco.
Alejó a Charles de ____ de un empujón. Este se golpeó contra el sofá y Harry seguidamente fue en su busca. Los otros dos hombres se revolvieron y apartaron; uno de ellos se estaba volviendo a abrochar apresuradamente la cremallera.
Harry le metió un puñetazo a Charles en el estómago, lo que provocó que se doblara por la mitad, y luego le dio otro en plena mandíbula, que logró ponerlo de nuevo en vertical.