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A la mañana siguiente, cuando ____ se despertó, Harry no se encontraba en la cama con ella. ____ sintió la pérdida de su contacto, pero también se sintió aliviada ya que no sabía cómo podía enfrentarse a él todavía. Había demasiadas cosas que tenía que decirle y no estaba completamente segura de cómo decirlas. Quizás eso la convertía en una cobarde, pero sabía que lo que tenía que decir podría significar perfectamente el final de su relación con Harry.

Estaba tumbada bajo las sábanas, abrazada a la almohada de Harry y decidiendo si moverse o no, cuando él apareció por la puerta con la bandeja del desayuno en las manos.

-¿Tienes hambre? -le preguntó con un tono serio y bajito-. He pedido el desayuno.

____ estaba sorprendida por lo nervioso que lo veía. Había verdadera preocupación en sus ojos, y el arrepentimiento se reflejaba en su mirada, oscureciéndola, cada vez que la miraba. A ____ el corazón le dio un vuelco y cerró los ojos para bloquear las imágenes de la noche anterior.

-¿____?

La joven abrió los ojos y se lo encontró de pie junto a la cama aún con la bandeja entre las manos. ____ se enderezó y se colocó las almohadas en la espalda de forma que quedara incorporada para comer.

-Gracias -murmuró cuando Harry le puso la bandeja sobre las piernas.

Él se sentó en la cama junto a ella y le pasó el dedo pulgar por el labio amoratado. Ella se encogió de dolor cuando llegó a ese particular punto sensible en la comisura, de inmediato los ojos de Harry se llenaron de disculpa.

-¿Podrás comer? -le preguntó en voz baja.

Ella asintió y luego bajó la mirada para coger el tenedor. Ya no podía seguir mirándolo a los ojos.

-He cancelado todos los compromisos de trabajo que teníamos.

Al instante, ____ levantó la cabeza con el ceño fruncido. Antes de que ella pudiera responder, Harry continuó como si ella no hubiera reaccionado.

-He cambiado el vuelo de vuelta a Nueva York para mañana por la mañana a primera hora. Así que hoy te voy a llevar a ver París. La Torre Eiffel, Notre Dame, el Louvre y todo lo que quieras ver. Tengo reserva para cenar a las siete. Un poco más temprano de lo normal aquí en París, pero mañana salimos temprano y quiero que estés descansada.

-Eso suena genial -contestó ____ con voz ronca.

La felicidad y el alivio que se adueñaron de sus ojos fueron impactantes. Él abrió la boca como si fuera a decir algo más pero luego la volvió a cerrar.

____ no se podía imaginar por qué había cancelado todos los compromisos que tenía para ese día. El único propósito de su visita era el trabajo y el próximo hotel que abriría. Pero un día en París con Harry era algo que había salido directamente de una de sus fantasías.

Sin trabajo de por medio. Sin hombres extraños. Solos ellos dos pasándolo bien y disfrutando del tiempo juntos. Sonaba como el paraíso. Y por un breve instante pudo ignorar el malestar que había entre ambos. Podría fingir que la noche anterior no había ocurrido nada.

No se olvidaría de ello; era un tema del que tendrían que hablar. Pero se tomaría el respiro que Harry le había ofrecido, y se enfrentaría a lo que fuera que le tuviera que decir luego. Porque, cuando llegara, bien podría ser el final de su relación.

Mientras Harry la observaba con ojos aún llenos de preocupación, ella se dio prisa en comer; quería pasar todo el tiempo que pudiera explorando la ciudad. Con solo un día en París era imposible verlo todo, pero aprovecharía al máximo y se quedaría con todo lo que pudiera y le diera tiempo a ver.

Mi Éxtasis (01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora