El interfono del despacho empezó a sonar y Harry frunció el ceño por la interrupción. ____ estaba sentada al otro lado de la sala, en su mesa -ella era una completa distracción-, y él estaba revisando unos informes financieros sobre un resort que tenía intención de abrir en una isla. Por ese motivo, le había dicho claramente a Eleanor que no quería que lo molestaran.
-¿Qué pasa? -soltó con brusquedad por el interfono.
La voz nerviosa de Eleanor se escuchó al otro lado de la línea.
-Sé que dijo que no quería que lo molestaran, señor Styles, pero su padre está aquí para verlo. Dice que es importante. No creí que fuera inteligente echarlo.
Harry arrugó la frente y acentuó su gesto de malhumor. Al otro lado de la habitación, ____ levantó la vista de sus quehaceres y lo miró con preocupación.
-Yo saldré -dijo Harry tras un momento de vacilación. No quería que lo que fuera que su padre tenía que decirle se aireara delante de ____.
-Puedo irme, Harry -dijo ____ con suavidad cuando él se levantó.
El hombre sacudió la cabeza; prefería que ella se quedara en la oficina alejada de los rumores y de la especulación de los demás. Harry ya había descubierto a la persona responsable de entrar en su oficina -en realidad no le había costado tanto esfuerzo por su parte conseguir que sus compañeras de trabajo soltaran prenda- y la había despedido sin darle ninguna carta de recomendación. Quería a ____ tan lejos de esa clase de ambiente como fuera posible.
Harry salió hasta la recepción y vio a su padre a poca distancia de la mesa de Eleanor. Se lo veía pensativo y cohibido. Harry nunca lo había visto tan incómodo, especialmente a su alrededor.
-Papá -dijo Harry como saludo-. ¿Qué puedo hacer por ti?
La expresión de su padre se hizo incluso más sombría. Había un deje de arrepentimiento que ensombrecía sus ojos.
-Hubo un tiempo en que venía y no me preguntabas eso. Te alegrabas de verme.
La culpabilidad apagó parte de la irritabilidad que gobernaba a Harry.
-Normalmente me avisas antes de venir. No te esperaba. ¿Va todo bien? -dijo Harry.
Su padre vaciló por un momento y luego metió las manos en los bolsillos de sus caros pantalones.
-Hay algo que va mal. ¿Podemos ir a algún lado y hablar? ¿Has almorzado ya? Tenía la esperanza de que tuvieras tiempo para mí.
-Siempre tengo tiempo para ti -dijo Harry con suavidad ofreciéndole el mismo comentario que a su madre. Antes podía pasar tiempo con los dos a la vez y no tenía que repartirlo entre ambos.
El alivio mitigó parte de la preocupación que inundaba los ojos de su padre.
-Déjame que llame a mi chófer -dijo Harry. Entonces se volvió hacia Eleanor.
-Dile que nos recoja fuera. Y asegúrate de que ____ almuerce. Hazle saber que no sé cuándo volveré y que, si no he regresado a las cuatro, puede irse por hoy.
-Sí, señor -le contestó Eleanor.
-¿Nos vamos? -le preguntó Harry a su padre-. El coche estará esperándonos en la puerta principal del edificio.
Los dos entraron en el ascensor en silencio. Fue un momento incómodo y poco natural, pero Harry no hizo nada para remediarlo. No estaba seguro de qué sería lo que conseguiría cerrar el gran precipicio que se había formado entre ellos. Harry había actuado como un cabrón en el cóctel y su padre estaría probablemente avergonzado porque lo hubieran abandonado tan pronto, lo cual no había sido la intención de Harry. A pesar de estar enfadado y confundido con su padre, lo seguía queriendo y no había tenido intención de herirlo. Solo quería que su padre viera la clase de mujer con la que había elegido relacionarse.
