____ se puso la chaqueta encima de la camisa mientras se preparaba para salir del apartamento de Harry. Este no se iba a poner muy contento cuando la viera entrar en la oficina. Se había ido esa mañana y le había dejado claras instrucciones de que se quedara en casa, en la cama, y descansara.
Harry pensaba que se estaba enfermando, que el día anterior solo había sido el preludio de un resfriado o de un virus estomacal.
____ se había pasado la mayor parte del día atontada por el miedo y la impresión. Se había asustado tanto que no había podido siquiera pensar en cuál sería la mejor decisión, y el tiempo seguía corriendo. Era viernes y Charles esperaba que le soplara la información para el fin de semana.
Tenía el estómago hecho un nudo. Estaba de los nervios mientras bajaba para montarse en el coche que la llevaría a la oficina de Harry. Su oficina.
Había sopesado todas sus opciones y la única que le servía era ir hasta Harry, decirle toda la verdad, y esperar a que él se pudiera ocupar del asunto. Traicionarlo no era una opción. No tenía ni idea del futuro que ambos tenían juntos, pero ya iba siendo hora de que se encargaran ellos mismos de la situación y se lo contaran a Jace. De esa forma Charles perdería todo el poder que tuviera.
La noche anterior se había dejado la parte superior del pijama puesta incluso tras meterse en la cama con Harry con la excusa de que tenía frío. En realidad, no había querido que Harry viera los moratones que tenía en el brazo de cuando Charles la había agarrado. Harry se habría percatado de ello con toda seguridad, y ella habría tenido que darle una explicación antes de haber tenido tiempo para organizar su propia cabeza y de haber tomado finalmente una decisión.
____ se acarició el brazo por encima de la chaqueta de cuero, y se mordió el labio de forma pensativa mientras el coche se desplazaba entre el tráfico de mediodía.
Aún hacía un frío intenso, pero no había nevado. Ni siquiera aguanieve. Pero hacía frío, el cielo estaba gris y repleto de nubes y además parecía estar preparado para comenzar a llover en cualquier momento.
Cuando el chófer se paró frente al edificio, ____ se bajó y se apresuró a llegar a la puerta de la entrada para no empaparse de nuevo. Entró en el ascensor, y a cada planta que iba subiendo la ansiedad parecía apoderarse de ella con más intensidad.
Eleanor pareció sorprenderse cuando ____ entró en el área de recepción.
-____, el señor Styles me informó de que estabas enferma esta mañana. ¿Te sientes mejor?
____ sonrió lánguidamente.
-Un poco, sí. ¿Está Harry en la oficina?
Eleanor asintió.
-Procura que nadie nos moleste hasta que él te avise -dijo ____ con voz queda-. Tenemos un asunto importante que discutir.
-Por supuesto -contestó Eleanor-. Decidme si necesitáis que os pida el almuerzo y me ocuparé de ello.
____ ignoró eso último y se encaminó hacia la oficina de Harry con el miedo intensificándosele a cada paso que daba. La enfermaba tener que decirle las imágenes que había visto. El material con el que Charles la había amenazado. ____ no quería tener que discutir de nuevo lo que ocurrió en París. Ella y Harry ya habían pasado página.
Cuando abrió la puerta del despacho, él levantó la mirada y frunció el ceño. Cuando vio que era ella, se levantó de inmediato de la mesa e hizo una mueca con los labios.
-¿____? ¿Qué demonios estás haciendo aquí? ¿Estás bien? Deberías estar en casa en la cama.
Él le puso las manos en los hombros y la estrechó contra su pecho, luego bajó la mirada hasta su rostro para examinarla y buscarle algún signo de enfermedad en las facciones.
