23

1K 51 7
                                    

_____ se despertó a la mañana siguiente con las piernas firmemente abiertas y con un cuerpo duro aplastándola contra el colchón. A continuación, sintió como una verga se hundía profundamente en su interior. Ella jadeó y terminó de despertarse por completo. Entonces se encontró con los ojos de Harry mirándola intensamente.

-Buenos días -dijo el amante justo cuando su boca se apoderaba de la suya.

____ no podía formar siquiera una respuesta coherente. Estaba ardiendo, completamente excitada y poniéndose más a cien con cada embestida.

Harry le sujetó las caderas con firmeza, pegándola contra la cama para que estuviera bien sujeta y fuera incapaz de moverse. Lo único que podía hacer era quedarse ahí tumbada y recibir lo que le estaba dando.

Fue rápido. No se entretuvo con jueguecitos. Harry la poseyó con fuerza y rapidez, pegando sus propias caderas contra las de ella en cada movimiento. Le acarició el cuello con la nariz y luego le mordió el lóbulo de una de sus orejas. Un escalofrío le recorrió toda la piel y ella gimió, estando ya muy cerca de su propio orgasmo.

-Mírame a los ojos, nena. Y córrete.

La orden gutural no hizo más que avivar su excitación hasta llegar a ser un infierno con todas las de la ley. Ella lo miró fijamente a los ojos, el cuerpo lo tenía tenso y cada músculo contraído.

-Di mi nombre -le susurró.

-¡Harry!

Con los ojos fijos en los de ella, y su nombre saliendo de los labios de ____, Harry bajó el cuerpo para pegarlo al de ella y se hundió en su interior a la vez que explotaba y se derramaba entero en su interior.

Durante un rato largo, Harry la cubrió con su cuerpo; ____ lo sentía jadeante, cálido y reconfortante contra su piel. Entonces, finalmente se apoyó en los antebrazos y la besó en la nariz con los ojos llenos de cariño mientras la miraba a los suyos.

-Así es como me gusta empezar el día -murmuró Harry.

A continuación, se apartó de ella, rodó hacia un lado de la cama, le dio un golpecito con la mano en la cadera y dijo:

-Ve a la ducha, cariño. Tenemos que ir a trabajar.

Maldito aguafiestas.

Tan loco como había sido el día anterior, ____ estaba casi asustada de saber lo que el día de hoy les depararía. A pesar del erótico encuentro sexual de esa mañana, en cuanto llegaron a la oficina, Harry le insertó de nuevo el dildo.

¡Nunca se imaginó que esas malditas cosas vinieran con tantos tamaños! Pero no podría haber muchos más porque el que había usado ese día era enorme. ____ sentía que andaba como un pato, lo que solo consiguió cohibirla más a la hora de dejar que alguien la viera caminar, así que se pasó la mayor parte del día encerrada en el despacho de Harry, sufriendo mientras se quedaba sentada e inquieta en la silla.

Y Harry más ocupado no podía estar. Tres conferencias de negocios. Dos reuniones, más otras tantas llamadas que tenía que devolver. Así que tampoco hubo sexo pasional y loco en la oficina para aliviar la quemazón.

Había vuelto a malhumorarse, por muy ridícula que eso la hiciera sentirse.

Cuando llegó la hora de irse, ____ sintió un profundo alivio. Quería que le quitaran esa cosa del culo, y quería salir de la oficina de una maldita vez. Se estaba volviendo loca, aunque al menos tenía esa cena con Jace y Ash a la que tenía muchas ganas de ir.

____ se fue en coche con Gabe porque este insistió; le dijo al chófer que la dejara a ella primero en su apartamento antes de ir al suyo. Ambos se quedaron en silencio durante todo el camino, pero él le sujetó la mano todo el tiempo. Casi como si necesitara mantener el contacto con ella. Y era verdad, apenas se habían visto en todo el día. El único tiempo a solas que habían compartido fue cuando le había insertado el juguetito por la mañana y cuando se lo quitó, por la tarde.

Mi Éxtasis (01)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora