SOUTH || Joshua Bassett [#2]✔️

Capítulo 33

Un familiar muy cercano mío tuvo un feo accidente así que pues... ya saben.

Yo estoy bien, pero muchas gracias por preocuparse por mí.

Las adoro.

P.O.V____

–¿A dónde vas?–.

–A ningún lado–.

–Mmmm, no te creo–.

–No me creas– guardé mi teléfono en el bolsillo de mi short –no es necesario que lo hagas–.

Rodó los ojos –¿por qué eres así? Solo dime a donde vas y no diré nada–.

–Porque no voy a ningún lado, solo voy a salir con Luke y Katelyn–.

–____– Peyton me miró mal –se supone que viniste a estar con nosotros, tu familia, que hace años que no ves, y cuando vienes, vienen tus amigos y te la pasas con ellos–.

Me giré hacia ella, y mordí mi labio inferior, odiaba cuando tenía razón, parecía Tree, pero era obvio que lo de salir con Luke y Katelyn era solo una completa y fácil de creer mentira, ya que no podía decirle a mi prima "ah no, no, me arreglé bien y me iré por unas horas para estar con el chico que me gusta, que no he visto en meses porque es considerado un chico prohibido para mí".

Así que la mejor forma de salir de esto era diciéndole que saldría con mis mejores amigos, y como ellos claramente saben lo de Joshua, me cubrirán todo el día.

–Nada más será este día ¿si?– dije haciendo una mueca –en serio necesito hablar con ellos a solas, estar con ellos dos, y mañana prometo que estaré con ustedes todo el día–.

Peyton se cruzó de brazos –okay– terminó accediendo –todo el día–.

–Todo el día– aseguré –te lo prometo–.

–Bien, ahora largo de aquí, y ya lo prometiste–.

–Ya lo prometí– le sonreí –adiós–.

Y sin dejar que me contestara, salí corriendo por la puerta de la habitación, chocando con él estúpido de Nick, que casi me tira su smoothie encima, y bajé las escaleras volando. Me despedí de mi tía que estaba cerca de la puerta, y cuando abrí me esta me encontré a mis dos mejores amigos ya dentro del auto de Luke.

Caminé hacia ellos y me subí en la parte de atrás.

–¿Se la creyó?– preguntó Luke.

Suspiré –supongo que si–.

–¿Lista para ver a tu chico?– esta vez preguntó Katelyn.

Mis mejillas comenzaron a arderme involuntariamente, y poco a poco sentí como el ritmo cardiaco me aceleraba, y todo por que Kate se refirió a Joshua como "tu chico"; que curiosa era la forma en la que actué de hace una semana, ignorando todo, y ahora... ya saben.

En fin, el camino no fue para nada callado, mis amigos venían cantando a todo volumen varias canciones que aparecían en la radio local de Oceanside, pasamos por una carretera que iba a la orilla del mar, sentía la brisa de este y por primera vez en muchos años sentía que por fin era verano.

–¡____! ¡____!– gritó mi mejor amigo –¡no seas amargada! ¡canta!–.

Traté de localizar su vista por el retrovisor, y negué firmemente, recibiendo una mirada de desaprobación de su parte. No me malinterpreten, me gusta cantar, en serio que si, solo que lo hago fatal, hablo en serio, y no es modestia, una vez en un mini concierto en mi casa con los chicos, tuvieron que ponerme cinta en la boca.

–¡Me vas a poner cinta en la boca!– le contesté –¡no quiero tener mis labios partidos!–.

–¡Claro!– Katelyn se volteó –¡porque vas a besar a Joshua!–.

–¡NO!–.

–¡Lo harás ____!– siguió Luke –¡y no es pregunta!–.

Arrugué mi nariz, y traté de buscar alguna palabra en mi cabeza para defenderme de ese argumento, pero no había nada, y es que en estos momentos realmente no sabes lo que pasará, así que...

–"¡ALL I NEED IS TO BE STRUCK BY YOUR ELECTRIC LOVEEEEEE!"– opté por cantar.

Gracias a eso y por mi horrible voz, pude notar como las personas que iban por la banqueta nos miraban raro, algunos se reían de nosotros, y otro incluso sacó su teléfono para grabarnos, que más da, nadie aquí nos conocía, y era California.

Después de 3 minutos, llegamos al diner de ayer. Luke se volvió a estacionar en el mismo lugar en el que dejó su auto, y juntos bajamos del auto para caminar por la acera y acercarnos un poco más al establecimiento.

Busqué a Joshua con la mirada pero no estaba cerca de mi vista, saqué mi teléfono mirando la hora, eran 12:10, incluso había llegado un poco tarde, pero si algo tenía claro era que el no llegaba tarde nunca, solo una vez, pero que es una de miles. Volví a alzar la mirada, tratando de divisarlo en alguna parte, mas sin embargo no había ni un rastro.

Comenzaba a preocuparme un poco, los minutos pasaban, y no se aparecía, y mi mente ya estaba formando los terribles escenarios que uno podría imaginar. Guardé mi teléfono por tercera vez, 12:25, esto ya se estaba volviendo demasiado extraño, que justo cuando creí que me tendría que volver a casa de mis primos, mi vista se volvió obscura.

–Si adivinas quien soy, te dejaré hacer un solo plan hoy– dijo la voz que cubría mis ojos.

–Oh ya se quien eres, eres él chico de cabello lindo largo del otro día– contesté sarcástica –un gusto saludarte–.

Quitó sus manos de mis ojos –¿qué chico de cabello largo?–m me giré a él –¿en serio hay otro chico más lindo qué yo?–.

–¿Y lo preguntas?– arqueé mis cejas.

–Tienes razón, si– reímos –lamento haber llegado tarde, una de mis hermanas no me dejaba salir si no le daba explicaciones–.

–Al menos somos dos, y no te preocupes, yo pensé que había llegado tarde–.

Nos quedamos en silencio durante unos segundos, hasta que fuimos interrumpidos por el carraspeo de cierta persona.

–La quiero en la casa antes de las 10 ¿okay?– Luke, puse mis ojos en blanco –y nada de cosas raras, no quiero más cartas, y tampoco quiero que ninguna cámara los... mhmhmmh–.

Katelyn lo hizo callar –váyanse antes de que le quite la mano y siga hablando–.

–Se cuidan–.

–Ustedes dos cuídense– respondió mi amiga con ironía –no quiero otro susto–.

Esa había sido mi señal para tomar a Joshua de la mano y salir caminando de ahí, antes de que hiciera alguna pregunta relacionada con ese tema.

–No quiero preguntar y no lo haré–.

–Buena decisión– traté de sonreír –entonces California ¿qué haremos?–.

Soltó un bufido –la verdadera pregunta aquí Breslow es "¿qué no haremos?"–.

Joshua me miró y me sonrió con su sonrisa perfecta aún sin soltar mi mano, para después regresar la vista a al camino y seguir caminando a lo que yo creía era a un lugar sin destino, fue cuando caí en la cuenta de que este podría ser un gran día.