Capítulo 34

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YA ENTRÉ A LA DESGRACIADA ESCUELA, ES POR ESO QUE NO ACTUALICÉ ANTES :(

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P.O.V____

El muelle de Oceanside era algo que había recorrido hace muchos años, aún era solo una niña, venía con mis dos mejores amigos, mi padre, mis dos familias que tenía aquí en California, los Reed y los Hudson, no tenía más de 11 años, y por lo que recordaba del viaje, habían sido las mejores vacaciones de mi vida. 

Fue en esa visita cuando memoricé toda la historia del muelle de Oceanside para tenerlo por siempre en mi memoria, construido en 1888, destruido en 1890 por las tormentas en el invierno, reconstruido en 1893, 596 metros de largo, lugar donde se realizan muchas fiestas de la ciudad, y una de las mayores atracciones de esta. Memoricé toda la historia del muelle de Oceanside, creyendo que no volvería a sentir el sentimiento que sentí esa última vez que estuve ahí. 

Retiro lo dicho. 

Caminaba por el muelle recorriendo los 596 metros que llevaban a la punta, el sonido de las olas del mar y la muy grande brisa estival de verano me llenaba los pulmones y su mano nunca soltó la mía en todo el día. No pude no evitar recordar el sueño que tuve el último día de clases, solo que esto era mejor. 

Llegamos a la punta de este, una sonrisa de oreja a oreja se formó en mis labios, no podía haber vista más hermosa que esta, y lo decía teniendo al chico más lindo que había conocido a mi lado. 

–Esta es mi ciudad Breslow– dijo rompiendo el silencio –no es tu lago salado, pero tienes el oceáno pacífico ante tus ojos–. 

Alcé una ceja –esto no se puede comparar con el legado salado ni en un millón de años, esto es increíble California–. 

–¿Te gustó mi ciudad entonces?–. 

–Si– volteé a verlo y sonreí –la verdad es que si–. 

–Yo sabía que te gustaría– me devolvió el gesto –a mi también me gustó, pero pasar tiempo contigo–. 

Clásica Pick up Line, abrí mis ojos sorprendida y me giré hacia él quedando de lado hacia el mar, él copió mi acción, me sonrió de una forma tierna, no pasaron ni más de dos segundos cuando ya estábamos riéndonos de su acción. 

–¿Demasiado?– preguntó aún entre risas. 

–Algo– contesté tratando de respirar –fue algo cliché–. 

–Y nuestra historia no es nada cliché, bueno tal vez un poco, mucho–. 

Al momento de escuchar sus palabras dejé de reír, creí que había alucinado, pero no fue así, èl lo había dicho, lo dijo... él dijo...

Lo miré confundida –¿nuestra historia?–. 

–Pues si ¿no?– respondió de la misma forma –digo, nos conocimos en Salt Lake City, cuando yo estaba grabando una serie en tu escuela, me hiciste pegaste con una puerta, y desde ese momento para mi sentir todo ha cambiado–. 

Sonreí –todo cambió después de eso–. 

–Claro, tuvimos los malos momentos y ya te dije que sinceramente no creí que te volvería a ver–. 

–Y aquí estamos– seguí. 

–Aquí estamos–. 

Regrese a mi posición original, mirar el océano, recargar mis brazos sobre el brandal del muelle, y solo vivir el momento. Me acerqué un poco más a Joshua, haciendo que nuestros brazos rozaran ya que estaba en la misma posición que yo, y aún así un poco dudosa, empecé a bajar mi cabeza para acostarla sobre su hombro. 

Quedé un poco sorprendida cuando sentí su cabeza recargada sobre la mía, era un poco raro, ya que bueno, Joshua podía ser un completo extraño para mí, no lo había visto en meses, pero por alguna razón, y lo vuelvo a repetir, me sentía tan bien con él, como si esos meses no hubieran pasado... y solo llevaba días aquí. 

Estuvimos en esa posición alrededor de unos 10 minutos, cuando de la nada, el atardecer comenzó a hacerse presente. 

–____, te quiero enseñar algo– dijo Joshua nervioso incorporándose –y siento que ya no puedo resistirlo más–. 

–Aún tengo tiempo–. 

Rascó su nuca –es algo lejos de aquí, pero siento que si no lo hago ahí, no habría valido la pena–. 

–Joshua, vamos–. 

–¿Segura? No te quiero ocasionar problemas con tus primos y...–. 

–Luke y Katelyn me tienen cubierta– lo interrumpí –hablo en seiro–. 

–De acuerdo, pero iremos a mi casa, no podemos ir caminando– asentí un tanto insegura –y puede que haya gente por ahí y quiera fotos, entonces...– dio un suspiro –debo ir por una gorra–. 

Di una risa burlona –California, no quieras hacer esta salida la película "Starstruck"–. 

–¿Cómo supiste?– preguntó "ofendido", lo miré con cara de "en serio" –demasiado obvio entiendo–. 

–Adoro esa película–. 

–¿Quién no?–. 

–Se hace tarde–. 

–¡Cierto! Hay que irnos, a mi casa y después a ese lugar–. 

Joshua volvió a tomar mi mano y comenzamos a caminar con destino a su casa. 

Debo admitir que estaba un poco nerviosa, ir a su casa, ni siquiera había ido al lugar donde se estaba quedando en Utah, por lo que tenía entendido en este lugar estaban sus padres, y su número elevado de hermanas, y a lo que me concierna, creo... creo... creo, que sabían de lo que había pasado hace unos meses, aunque no estaba 100% segura. 




SOUTH || Joshua Bassett [#2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora