SOUTH || Joshua Bassett [#2]✔️

Capítulo 28

P.O.V____

Al final, terminé encontrando a Luke y a Katelyn a medio camino de done estábamos al restaurante, ya habían recuperado el auto de Luke, y como era de esperarse tenían miles de llamadas perdidas de sus padres, y miles de mensajes diciéndoles que estaban en problemas, era lo más obvio que pasaría.  

–No puedo creer que se escaparan– dije mientras me bajaba del auto –y lo peor es que yo soy cómplice, cómplice–. 

–Está bien– siguió Luke –mis padres ya saben que estamos aquí y que estamos contigo–. 

Levanté mis brazos en el aire –van a pensar que los obligué a venir–. 

–Dudo mucho eso– Katelyn bajó sus maletas –para aclarar yo jamás planeé esto, fue Luke, cuando me dijo que veríamos a la fiesta luau le dije que no quería meterme en problemas–. 

–¡Ah! No te quejes, fuiste la primer en ir a hacer tus maletas, admite que fue genial–. 

–No estoy diciendo que no lo fue, nada más que...–. 

Jamás me cansaré de decir la falta que me hacían, extrañaba sus gritos, sus quejas, solo necesitaba ver Rick & Morty con ellos para que todo estuviera como en casa, la verdad, todo parecía como si hubiera sido hace algunos meses. 

Con el tema de Joshua, ellos dos guardándome la espalda, el no había pasado, wow. 

Entramos a la casa de mis tíos para encontrar lo que jamás haba encontrado estando aquí, paz y tranquilidad, la casa estaba completamente limpia, no había nada de peleas, nada de ruido, y eso era porque todos estaban en la playa, incluso creí que habíamos entrado a la casa incorrecta, pero esas dudas terminaron cuando vi a mi tía salir de la cocina con una dona en la mano. 

–¡Hey! ____– saludó –Peyton me dijo que saliste en la mañana a caminar–. 

Sonreí nerviosa –sip, eso hice–. 

Ahora que lo pienso ni siquiera había desayunado, y no me había dado cuenta de lo mucho que  moría de hambre. 

–Me alegra que te vayas familiarizando con la ciudad– volteó a ver a mis amigos –¿ellos quiénes son?–. 

Luke hizo cara indignado –no puedo creer que no me recuerda–. 

–Lo siento, no–. 

–Luke O'Malley– estrechó su mano –ella es mi amiga Katelyn Forrester, somos amigos de ____ de en Utah– mi tía recibió su mano –de hecho venimos aquí hace muchos años–. 

–¡Claro!– respondió ella alargando la "a" –tú fuiste el niño al que se lo llevó una ola ¿no es así?–. 

Katelyn y yo no budismo evitar soltar una carcajada, recordando como fue que Luke había sido "maltratado" por el mar hace años, pero lo más gracioso era que mi tía lo recordaba por eso y no por su... increíble forma de ser, y puedo apostar a que todos aquí lo recordaban como el niño de la ola. 

–Si– dijo él en un tono irritado –ese fui yo–. 

Mi tía sonrió –al igual que ____ han crecido mucho los dos– ambos sonrieron –pero ¿qué es lo que hacen aquí? ¿Cómo es que llegaron de Utah hasta acá?–. 

Abrí los ojos preocupada, mientras no le dijeran la verdad, también estaríamos en problemas, así que decidí intervenir, Luke abrió la boca para contestar, pero antes de que pudiera decir algo, pasé un brazo por sus hombros y puse mi mano en su boca.

 –Ah llegaron hoy en la mañana, su avión aterrizó y llegaron en un taxi hasta acá– respondí tratando de sonar convincente –¡y sus padres lo saben!– mi tía me miró raro  –solo no tienen donde quedarse y... –. 

 –____ – me interrumpió  –no tienes que darme mil explicaciones tranquila, claro que pueden quedarse –. 

Quité mi mano de la boca de mi amigo. 

 –Genial –. 

 –Luke ¿verdad? – él asintió  –tú te puedes quedar con David y Katelyn... –. 

 –¡No!– gritó Luke haciendo que mi tía y todas nos sobresaltáramos  –quiero decir, no... um... preferiría quedarme con ____ y Kate, he compartido más cosas con ellas que solo una cama–. 

 –Bueno si tu estás seguro– él asintió  –por mí no hay problema–. 

Él chico sonrió triunfante y se cruzó de brazos, yo simplemente rodeé los ojos y negué ligeramente con la cabeza. 

–Okay, bueno me tengo que ir– dijo mi tía mientras caminaba a la puerta  –tengo que ir a ver algo de la fiesta luau de la próxima semana, voy a llegar hasta en la noche, así que la cena está en el refrigerador– asentí –nos vemos al rato, cuídense, y ustedes dos están en su casa–. 

–Gracias– contestaron los dos al unísono. 

Mi tía salió por la puerta, dejándonos a Luke, Katelyn y a mí solos en la casa, volteé a verlos y les hice señas de que lleváramos sus maletas a la planta alta. Ambos acataron mis órdenes, y comenzamos a subir las escaleras, para después caminar hasta el cuarto de Peyton y dejar el equipaje. 

–Entonces aquí nos vamos a quedar–. 

–Yep–. 

–¿Tú prima se molestará?–. 

Negué –nah, no creo, ama a las personas, ella radia un aura de amor a todo–. 

Los tres nos sentamos en la orilla de la cama de Peyton, y como si estuviéramos en mi casa, nos lanzamos hacia atrás para acostarnos en esta. 

–¿Cómo es que no tienen sueño?– pregunté mirando al techo –literalmente viajaron toda la noche–. 

–Cuando uno tiene un objetivo no se cansa– contestó Kate. 

–Exacto– terminó Luke. 

Después de eso nadie dijo nada, solo nos quedamos acostados viendo el techo, sin ningún sonido a nuestro alrededor. Estábamos tan concentrados en eso, que le dábamos importancia a nada que no fuera lo nuestro, claro todo era así, hasta que escuchamos un ruido en el cuarto de lado, causando que nos levantáramos en seguida. 

–¿Escucharon la puerta abrirse?– los dos negaron. 

–Estamos completamente solos ¿verdad?– Kate y yo asentimos, se volvió a escuchar otro golpe, esta vez más fuerte –bueno eso no sonó a como si estuviéramos solos–. 

No había explicación alguna para eso, los Reed no tenían alguna casa pegada justo a lado de su pared, además sonaba en el cuarto de Tree o David, definitivamente era aquí en la casa. 

Otro golpe. 

Los tres nos levantamos de la cama, y tomamos almohadas para poder protegernos de lo que fuera que estuviera así, tonto lo sé, pero Peyton no tenía nada letal o algo duro con lo que le podríamos golpear. 

Abrí la puerta lentamente tratando de hacer el mínimo ruido, yo iba al frente, Katelyn iba a mi lado derecho, y Luke me tomaba de los hombros usándome como escudo humano. Fuimos al cuarto de Tree y al abrir la puerta, dimos un suspiro de alivio al ver no había nada, así que hicimos nuestro camino hasta el cuarto de David. 

Se escuchó un quejido, la puerta estaba cerrada. 

Al llegar tomé la perilla de la puerta, cerré mis ojos durante unos segundos, y sin pensarlo dos veces abrí la puerta de la habitación de golpe... ¡Oh por Dios!

–¡AAAAAAAAHHHHHHH!–. 

–¡AAAAAAAAHHHHHHHHHH!–.